Bromas de académicos

El medio centenar de académicos de Bellas Artes que acuden los lunes, a las siete y media de la tarde, a los plenos se encuentra en la sala semicircular con unas hojas de resumen de prensa de la semana. A lo largo de una hora, los espacios en blanco, las fotos, los titulares o los textos se llenan de otras imágenes a impulsos de los temas tratados o desde el inconsciente a la mano de los académicos. Los dibujos y las notas, a pluma, bolígrafo o lápiz, se quedan sobre la mesa.

En los últimos cinco años, María Pura Ramos, jefe de prensa de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ha entregado y recogido los papeles que se han utilizado durante el pleno. Tras acumular estas curiosidades, ha seleccionado un centenar de ilustraciones para hacer un libro, con una tirada no venal de mil ejemplares, al cuidado de la Calcografía Nacional, que ha repartido entre los académicos y periodistas. "Es un entretenimiento, una distracción, un divertimento, como cuando al hablar por teléfono dibujamos, hacemos monigotes, trazamos figuras geométricas o flores con el lápiz que tenemos a mano y sobre el primer papel que nos cae al lado", señala Ramos en Que no conste en acta. Dibujos en el pleno de la Academia, con prólogo de José Luis Borau. "Los estudiosos dicen que esos garabatos esconden el subconciente. ¡Vayan ustedes a saber!". Las sesiones dibujadas, sin críticas, abarcan del 19 de enero de 1998 al 15 de marzo de 2004.

Un libro recoge un centenar de garabatos de las sesiones que tratan temas culturales de actualidad

"Es una broma de académicos, cosas que no damos importancia, con un toque de humor", dice el pintor Manuel Alcorlo, que tiene varias ilustraciones sobre sus compañeros de mesa o los temas tratados en la sesión, como la entrega de dos esculturas de Antonio López o una felicitación a García Abril por un concierto. En otra ocasión aflora una preocupación artística, como lor murales que ha pintado en una iglesia de Leganés. "Dibujo continuamente. Es algo inconsciente, en el cine, en el teatro, en el tren. Muchas ideas están en la calle, como hace El Roto al comentar la actualidad, con un toque genial".

Luis García-Ochoa interpreta los cuadros de los Reyes de Álvaro Delgado que tiene enfrente; el arquitecto José Luis Picardo traza el proyecto de Moneo para ampliar el Prado, intercambia portadas de catedrales con Rafael Manzano o dibuja una condesa de Chinchón cuando se compró el cuadro de Goya. Luis Feito forma geometrías con la hojas de papel; François Marechal acumula detalles de grabador; Venancio Blanco hace caricaturas a sus compañeros; José Luis Álvarez encierra unos monigotes de rostros y fantasmas; Julio López Hernández estudia volúmenes de estatuas; Antonio Fernández Alba construye tipologías de edificios. Hay otras aportaciones de Miguel de Oriol, José Antonio de Mesa, Jordi Teixidor, Ramón Barce, José Hernández, Ángel del Campo y Joaquín Vaquero Turcios.

La fiebre de trazos se desarrolla en los plenos de los lunes. Los académicos llegan de la calle Alcalá y en la sala de columnas tienen bebidas blancas y zumos, que a veces se combinan, y canapés, que no entran en la dieta de 12 euros.