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Peral mantiene su intención de fusionar dos escuelas infantiles de Moratalaz

El consejero de Educación, Luis Peral, se mantiene firme en su postura de fusionar dos escuelas infantiles de Moratalaz, El Caracol y Las Doradas, para posibilitar así la apertura de otra escuela, pero de gestión privada. Insiste en que ésta es una forma de crear 100 nuevas plazas en el distrito, y que en ningún caso la medida supone una pérdida de puestos de trabajo. Los sindicatos y los profesores, que tachan esta medida de "privatización encubierta", consideran esta decisión como "una agresión sin precedentes contra la red pública de enseñanza".

La medida de concentrar ambas escuelas en las instalaciones de Las Doradas -estrenadas en enero de este año-, y que el nuevo edificio destinado para El Caracol -aún sin usar- pase a manos de una empresa privada, está motivada, según Peral, por una cuestión económica. "Este sistema permite un ahorro por plaza del 21%", afirma el consejero.

El responsable de Educación explica que mediante la gestión indirecta, "que es la que se viene aplicando desde 1996 en todas las comunidades y ayuntamientos, incluidos los gobernados por el PSOE", el coste medio por alumno y año se reduce. Según sus cifras, en una escuela pública la inversión es de de 5.672 euros, mientras que la cantidad se reduce a 4.492 con la gestión indirecta.

Este argumento, sin embargo, no es válido ni para los representantes sindicales, ni para los profesores, que acusan a Peral de "privatizar como solución a todos los problemas". "No sabemos los gastos que están incluidos en los datos que aporta el consejero", asegura Isabel Galvín, secretaria de acción sindical de CC OO: "A lo mejor añaden la limpieza y la marca del yogur que comen los niños en los gastos de las escuelas públicas, algo que puede que no aparezca en los de la gestión indirecta".

Para José Carlos Tobalina, miembro de la junta de portavoces de escuelas infantiles, esta decisión no es más que "el último renglón de un texto que comenzó hace tiempo: dejar la educación pública en manos privadas".

Tobalina, quien cree que la solución para evitar que se abra una nueva escuela de gestión indirecta pasa por incrementar la plantilla de Las Doradas y El Caracol y por adaptar los espacios -como biberonerías y cambiadores-, muestra su preocupación por la formación que reciban los chicos. "La educación a estas edades es básica, y con estos planteamientos se presta sólo atención asistencial, vacía de contenidos", argumenta.

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Peral tacha esta afirmación de "falacia", y mantiene que ésta es una forma de presentar el asunto de acuerdo a "planteamientos ideológicos": "No hay diferencias: el régimen de admisión, el funcionamiento o el consejo escolar, en una escuela de gestión directa o indirecta. La variación estriba en que los responsables de los niños no van a ser personal de la Administración". Los sindicatos anuncian un comienzo de curso con movilizaciones.

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