Ocho muertos en un atentado suicida al norte de Baquba

Al menos ocho personas resultaron muertas y una veintena heridas ayer cuando un suicida hizo estallar un coche bomba en Jalis, 20 kilómetros al norte de Baquba. El atentado se dirigió contra la casa donde se celebraba el funeral por dos familiares de un político local asesinados el pasado domingo. Es el último episodio de violencia política que las autoridades atribuyen a terroristas extranjeros. Prueba del malestar que esa intromisión genera entre los iraquíes, un grupo de hombres armados amenazó ayer con matar al jordano Abu Musab al Zarqaui si no abandona inmediatamente el país.

La amenaza está contenida en un vídeo emitido por la cadena Al Arabiya de Dubai. En él, el grupo, que se identifica como Movimiento de Salvación, acusa a Al Zarqaui de asesinar a iraquíes inocentes y ofender al islam. En las últimas semanas incluso los grupos de la resistencia que atacan a las tropas extranjeras desplegadas en Irak, se han desmarcado de Al Zarqaui y sus brigadas de combatientes extranjeros.

"No compartimos sus métodos brutales", explicaba recientemente a esta enviada una fuente cercana a la resistencia. "Las decapitaciones no tienen ninguna justificación en el islam", añadía en referencia a los asesinatos del norteamericano Nick Berg y del surcoreano Kim Sun-il.

No está claro si el Movimiento de Salvación que lanza la advertencia contra Al Zarqaui está relacionado con el Movimiento de Salvación Nacional que dirigía el general Qaysar Yasem Hamid al Qaysi. Según publicó el diario Azzaman el pasado febrero, este antiguo oficial habría formado un Ejército paralelo con ex miembros de las Fuerzas Armadas de Sadam "para defender los derechos de los iraquíes y la unidad del país".

Amenaza a Al Zarqaui

La amenaza a Al Zarqaui se produjo apenas horas después de que la aviación estadounidense lanzara su cuarto ataque en dos semanas contra un presunto escondite del terrorista en Faluya. Este ataque, el primero desde que Irak recuperó su soberanía el 28 de junio pasado, contó con información de las fuerzas de seguridad iraquíes. Doce personas resultaron muertas en el bombardeo. Además, los insurgentes dañaron un gasoducto situado al sur de Kirkuk que alimenta varias centrales eléctricas del norte y del centro del país.

La única buena noticia del día fue la confirmación de la puesta en libertad del cabo Wasef Ali Hasun tras 16 días de secuestro. Este marine norteamericano de origen libanés desapareció el pasado 20 de junio de su cuartel en Faluya y desde entonces se ha temido por su vida, ya que una página web islamista llegó a anunciar su decapitación.