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Reportaje:

Arcelor empieza a crecer

Cerrada su fusión, la primera siderurgia mundial quiere hacer valer su peso

Arcelor produjo 43 millones de toneladas de acero en 2003. Esta cifra le concede el título de primera siderurgia mundial. Su consejo de dirección lo acepta pero no es suficiente. Las reglas del mercado europeo le impiden crecer en casa, pero no fuera. El pasado lunes anunció el primer paso en su nueva estrategia global. Arcelor tenía un 28,02% del capital de la brasileña CST y va a hacerse con el 61,77%. Esta operación, según los cálculos de la empresa, le permitirá incrementar sus ventas un 6,8% y su beneficio bruto en un 25,1%. Es sólo el principio.

Arcelor produce el 80% en Europa y su intención es duplicar su producción en 10 años y que Europa represente sólo el 50%

Los diezprimeros fabricantes mundiales del automóvil controlan el 95% del mercado; los diez primeros fabricantes de electrodomésticos, el 80% del mercado, y las diez primeras firmas del acero tan sólo el 30% del mercado mundial. La comparación entre los principales clientes de los aceristas y su propia situación lleva a una sola conclusión: el mercado mundial del acero está muy atomizado. Arcelor, de la mano de su primer ejecutivo, el francés Guy Dollé, está empeñada en cambiar esta tendencia.

Arcelor ha realizado ya todas las ventas que le exigía la Comisión Europea para garantizar la competencia como resultado de la fusión hace tres años de la francesa Usinor, la luxemburguesa Arbed y la española Aceralia. La empresa asegura que las sinergias organizativas lograron en 2003 un incremento del ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos y amortizaciones) de 405 millones de euros. El director financiero, Michael Wurth, asegura que será de 700 millones en 2006.

Arcelor produce ahora el 80% en Europa. En diez años quieren producir el doble y que Europa sea un 50% del total. Las vías de crecimiento van a llegar en lo que Dollé llama BRIC (Brasil, Rusia, India y China). El crecimiento en Europa es forzosamente limitado por las estrictas reglas de competencia que le impiden crecer más.

El objetivo brasileño está ya cerrado. Dollé asegura que este país, con unos costes bajos y una alta calidad tecnológica, va a ser una puerta de entrada a Estados Unidos, uno de sus grandes objetivos en su lucha por ser el líder absoluto en suministro de acero al automóvil. Entrar en Estados Unidos de forma directa, una pretensión nunca abandonada, resulta imposible por la alta valoración de las compañías locales. Así, deben buscar otras vías: Canadá, Brasil y México.

La salida al exterior tiene siempre un mismo patrón: la alianza con un socio local. En China la apuesta es su socio Bao Steel; en India, con Tata Steel, y en Rusia, con Severestal. La misma estrategia desarrollan en Turquía con Borcelik y en Canadá con Dofasco, y preparan operaciones similares en la Europa del Este.

Precisamente esta semana Tata Steel anunció sus planes para pasar su producción de cuatro millones de toneladas a 7,5 millones en India en cinco años e invertir para lograrlo 1.700 millones de dólares. El diario económico británico Financial Times publicaba el pasado viernes que la intención podría ser ligarse a largo plazo con un cliente de producto semiterminado. Esta operación llega justo en un momento en el que Dollé ha anunciado su interés creciente por este mercado, del que tira especialmente el automóvil, el cliente favorito del grupo con sede en Luxemburgo.

A primera hora de la mañana del lunes, el departamento de comunicación de Arcelor se ponía en contacto con las principales redacciones de Europa para anunciar en una conferencia de prensa a través de Internet el comienzo del cambio. Dollé y Wurth anunciaban la operación en Brasil y apuntaban la nueva estrategia del grupo: el crecimiento fuera de Europa. Las nuevas operaciones se financiarán con los resultados del grupo. En 2003 el beneficio bruto fue de 2.228 millones de euros y, si se hiciera una simulación tras la operación de Brasil, sería de 2.800 millones.

Para pagar el incremento de la participación en CST, Arcelor realizará un ampliación de capital por valor de 1.170 millones de euros a través de una emisión de bonos de suscripción preferente ejercitables en acciones nuevas de la compañía. La distribución de bonos de suscripción preferente gratuitos a los accionistas existentes de Arcelor inscritos en el registro el primero de julio se realizará a razón de un bono por acción. El precio de suscripción de las acciones nuevas será de 11 euros por cada acción nueva de Arcelor, aplicando un ratio de ejercicio de una acción nueva por cada cinco bonos de suscripción.

Wurth destacó, además, que la maniobra de Arcelor tiene como objetivo "una mayor consolidación de la posición de liderazgo global del grupo a través de la expansión en una región que produce acero muy competitivo y de la mejor calidad". También señaló Wurth, un hombre que vive obsesionado con la reducción de la deuda del grupo (4.400 millones de euros en 2003), que la adquisición de CST no tendrá "efectos adversos" sobre el endeudamiento.

Guy Dollé: "Estamos muy interesados en India"

Los altos ejecutivos de Arcelor se encuentran de gira por Europa presentando la nueva ampliación de capital del grupo. El pasado jueves el consejero delegado, Guy Dollé, estaba en Edimburgo (Reino Unido). En una entrevista telefónica dejaba claro que su objetivo es seguir creciendo.

Pregunta. ¿La operación de Brasil supone la conclusión de la fusión entre Arbed, Usinor y Aceralia?

Respuesta. La integración nunca termina. Hemos cerrado la parte más importante de reorganización y ahora podemos pensar en un futuro de mayor crecimiento.

P. La operación con la brasileña CST se lleva sólo 478 millones de euros de una ampliación de 1.170. ¿Dónde va el resto?

R. Entre el 80 y el 90% de la ampliación de capital va a ir a Brasil. La primera fase corresponde a CST, pero queremos fortalecer nuestra presencia en la zona. Las inversiones que se hagan en el futuro en otras áreas se financiarán con el cash flow de la empresa.

P. Lleva tiempo marcando como prioridad la zona que usted llama Bric (Brasil, Rusia, India y China). ¿Cuál es el siguiente paso?

R. Brasil ya está hecho. En China contamos con una participación al 50% entre un grupo local, y otro 50% los japoneses de Nippon Steel y nosotros.

P. Pero el suyo es un porcentaje pequeño, del 12%. ¿Imagino que quieren crecer más?

R. No enseguida. Creo que en China es muy tarde o muy pronto. Ya no llegamos al boom actual y ahora es demasiado pronto. Estamos persuadidos de que habrá posibilidades en cuatro o cinco años. Ahora estamos muy interesados por India porque a medio plazo el consumo de acero va a ser muy fuerte. Hay 1.000 millones de habitantes y el consumo por persona es inferior al de China y la producción no es más cara. Allí trabajamos de la mano de un socio local, Tata.

P. ¿En el futuro todas las inversiones se van a realizar fuera de la UE?

R. No, las inversiones materiales siguen. Hemos destinado 2.000 millones de euros desde la fusión para continuar la modernización de nuestras fábricas en Europa y hacerlas más competitivas.

P. ¿Pero no para crecer?

R. No nos deja el señor [Pascal] Lamy, [comisario de Comercio]. Hay alguna posibilidad, pero son escasas. Además, el crecimiento del consumo de acero está fuera de Europa.

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