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La ISS queda vacía durante más de cinco horas por una reparación

Los astronautas arreglan una pieza clave de la Estación Espacial

A la segunda fue la vencida. Los dos ocupantes de la Estación Espacial Internacional culminaron en la madrugada del miércoles al jueves su paseo espacial para reparar, durante cinco horas y 40 minutos, una pieza clave averiada. Esta misma operación, muy delicada porque supone que la estación quede totalmente vacía, fue abortada a finales de junio por un fallo en el control de oxígeno en el traje de uno de los astronautas.

Estaban solos. Si se hubiera producido algún imprevisto, nadie habría podido ayudarles desde el interior de la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas inglesas). El ruso Guennadi Padalka y el estadounidense Mike Fincke, única tripulación de este puerto espacial, consiguieron por fin reparar el interruptor eléctrico que alimenta uno de los giróscopos de la estación; una pieza muy importante, pues suministra información para mantener la ISS orientada.

Quedarse absolutamente incomunicados entre sí, y con la Tierra, ha sido otro de los riesgos a los que han hecho frente Fincke y Padalka ( incluso habían repasado cuatro señas manuales para entenderse si eso ocurría). Los astronautas han salido al exterior desde la cámara de aire rusa y han llegado al lugar de las reparaciones ayudados por una grúa de la NASA. Los trajes utilizados son de fabricación rusa y sólo pueden comunicar con la Tierra a través de unas antenas de radio en el extremo ruso de la ISS. Desde los centros de control, en Houston y en Moscú, se temía que el brazo articulado que ha ayudado a los astronautas pudiera interferir en las comunicaciones. Los trajes rusos han planteado alguna que otra dificultad. El pasado 27 de junio la operación se suspendió a los 14 minutos de haberse iniciado, al fallar una llave en el sistema de suministro de oxígeno en el traje de Finck, lo que causó una caída de presión en el depósito de oxígeno del astronauta.

Una pieza clave

La estación tiene cuatro giróscopos. Uno se estropeó hace dos años, y no será reparado, según el informe de la misión publicado por la NASA, hasta la reanudación de los vuelos con transbordadores espaciales, prevista para el año próximo. El segundo giróscopo, reparado ayer, dejó de recibir alimentación eléctrica el pasado 21 de abril. De no haber conseguido arreglarlo se corría el riesgo -si un tercero se hubiese estropeado- de tener que orientar la ISS con el encendido de algún motor de las naves atracadas en este puerto espacial, lo que habría supuesto un elevado gasto de combustible.

Los astronautas han realizado además algunas tareas suplementarias, como la instalación de una unidad de medición del vacío y la colocación de algunas rampas.

Hay pocos precedentes de una operación tan peligrosa. Ésta ha tenido que coordinarse simultáneamente desde los centros de control de la NASA, en Houston, y el de la Agencia Rusa del Espacio, en Moscú, porque ha sido necesario utilizar alternativamente tecnología rusa y estadounidense en diferentes partes del paseo espacial.

Guennadi Padalka (a la izquierda) y Mike Fincke, tras concluir la reparación del giróscopo. 

/ NASA
Guennadi Padalka (a la izquierda) y Mike Fincke, tras concluir la reparación del giróscopo. / NASA

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