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El Congreso votará la decisión de aumentar hasta 1.000 los soldados en Afganistán

El Gobierno pone condiciones a la participación de 110 guardias civiles en la misión de Haití

Miguel González

El Consejo de Ministros aprobará hoy incrementar de 137 a un máximo de 1.040 los efectivos militares españoles en Afganistán, y el próximo martes, después de que comparezca el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ante el pleno, dicho acuerdo se votará en el Congreso de los Diputados. Es la primera vez que el Gobierno acepta someter a ratificación parlamentaria el envío de tropas a una zona de conflicto, lo que marca un importante precedente de cara al futuro. El ministro de Defensa, José Bono, aseguró que el Ejecutivo revisaría su decisión si no fuese ratificada, aunque a la luz de lo escuchado ayer en las comisiones de Defensa y Exteriores del Congreso, ésta contará con un amplísimo respaldo. Sólo Izquierda Unida (IU), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Eusko Alkartasuna (EA) se manifestaron en contra del envío de más tropas.

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Actualmente España cuenta en Afganistán con 137 efectivos, en su mayoría zapadores, integrados en la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN. Esta cifra se elevará hasta 540 en agosto, cuando se incorporen los 115 españoles integrados en el Cuartel General del Eurocuerpo, un hospital de campaña, cuatro helicópteros y dos aviones de transporte C-130 Hércules.

Además, el Gobierno aprobará el despliegue de un batallón de Infantería, con 400 a 500 soldados, por tres meses, para colaborar en el proceso electoral previsto para septiembre. A cambio se retirará la fragata, con 217 marineros, que colabora en la Operación Libertad Duradera de lucha antiterrorista en el océano Índico. El coste máximo durante el segundo semestre será de 54,07 millones.

Aunque la decisión se adoptará hoy, aún quedan incógnitas. La mayoría de las tropas españolas se desplegarán en Kabul, pero ello no parece posible con los aviones, ya que el aeropuerto está saturado. Tampoco se sabe a qué ciudad irá el batallón de infantería encargado de dar seguridad durante el proceso electoral. Bono sólo adelantó que no será ni al este, junto a la frontera con Pakistán, ni al sur del país, reducto de los talibanes.

España ha rechazado hacerse cargo de un PRT (Patrulla Provincial de Reconstrucción); es decir, no tomará el control de una provincia afgana, como reclamaba la OTAN. Tampoco ha aceptado, como se planteó en la reciente cumbre aliada de Estambul (Turquía), que se movilice el NFR, la Fuerza de Reacción de la OTAN, ya que ello supondría el envío de más españoles y la cifra adelantada supone el límite máximo, explicó Bono.

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Fuentes de Defensa indicaron que el batallón de Infantería sólo saldrá en vísperas de la cita electoral pues, pese al optimismo que exhibió en Estambul el presidente afgano, Hamid Karzai, no es seguro que no se aplace de nuevo. Tanto Bono como su colega de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, esgrimieron el dramático llamamiento de Karzai, y del propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, a la comunidad internacional para convencer a los diputados de la necesidad de enviar más tropas.

En cambio, la participación española en la misión de la ONU en Haití quedó en segundo plano y Moratinos ni siquiera la mencionó en su intervención inicial. Bono explicó que España está dispuesta a colaborar en esta operación con una compañía de la Guardia Civil (110 agentes) pero condicionó la decisión a que se acepte la "autonomía táctica y funcional del contingente español": que el contingente no se divida, que dependa directamente del mando brasileño y que actúe con los procedimientos propios de la Guardia Civil.

No obstante, la mayor novedad de la sesión conjunta de las comisiones de Exteriores y Defensa del Congreso fue el anuncio por sorpresa de que, además de la comparecencia del presidente, habrá una votación sobre el refuerzo de las tropas en Afganistán, "para que la Cámara lo revise si quiere", dijo Bono. "A Irak fueron ustedes", afirmó mirando a los escaños del PP, "en contra de la voluntad nacional, y a Afganistán, si vamos, será con el acuerdo del órgano de la soberanía nacional". Aunque la votación no sea vinculante jurídicamente, según fuentes gubernamentales, sí lo será políticamente.

Los portavoces de CiU, Esquerra Republicana (ERC), Coalición Canaria y PNV, pidieron precisiones y expresaron algunas reservas, pero dejaron claro que apoyarán la decisión o, al menos, no votarán en contra. Se opusieron BNG, EA e IU, aunque el portavoz de éste, Gaspar Llamazares, mostró su satisfacción por la decisión de someter el envío de tropas al Parlamento. "Pido encarecidamente a los compañeros socialistas que no se precipiten y, sobre todo, que no se equivoquen", dijo.

El debate más agrio se produjo con el portavoz del PP, Gustavo de Arístegui, quien acusó al Gobierno de tener la decisión tomada hace tiempo y haberla ocultado para que no influyera en las elecciones europeas y de incoherencia por retirar las tropas de Irak y reforzarlas en Afganistán. Pese a ello, anunció que su voto en el pleno será "en principio favorable", aunque dejó al líder del PP, Mariano Rajoy, la última palabra.

Moratinos y Bono incidieron en las diferencias entre la operación de Afganistán y la invasión de Irak: la primera cuenta con el aval de la ONU y el apoyo unánime de la comunidad internacional y el régimen talibán estaba íntimamente relacionado con Al Qaeda, al contrario que el de Sadam Husein.

De izquierda a derecha, Rafael Estrella, Miguel Ángel Moratinos, José Bono y Josep Antoni Duran.
De izquierda a derecha, Rafael Estrella, Miguel Ángel Moratinos, José Bono y Josep Antoni Duran.GORKA LEJARCEGI

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Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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