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Metges de Catalunya dice que muchos médicos jubilados no han sido sustituidos

La Generalitat asegura que sólo las plazas de jefes de sección de hospital siguen vacantes

Un total de 361 médicos del Instituto Catalán de la Salud (274 de atención primaria y 87 de hospitales) dejaron ayer sus puestos de trabajo al entrar en vigor la orden de jubilación forzosa dictada por el Departamento de Salud. La medida, polémica por la resistencia de muchos médicos a una jubilación que desearían posponer, se hizo efectiva sin problemas, aunque el sindicato Metges de Catalunya afirmó que muchas plazas no se han cubierto en los hospitales.

El secretario general de Metges de Catalunya, Patricio Martínez, criticó ayer la "improvisación" del Departamento de Salud al dejar vacantes numerosas plazas en los hospitales, en su mayoría jefes de sección y de servicio. El sindicato ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra la decisión del Departamento de Salud de obligar a los médicos que llegan a los 65 años a jubilarse y ha pedido que, en lugar de una jubilación "en bloque", se realice de forma gradual para no afectar la asistencia "en un momento caracterizado por la falta de especialistas".

El Departamento de Salud aseguró que la jubilación de los 361 facultativos, que ayer se hacía efectiva, no tuvo repercusiones asistenciales ni en el ámbito de la atención primaria ni en los hospitales. En los ambulatorios, el 80% de las vacantes se habían cubierto, aseguró el director de la división hospitalaria del ICS, Ramon Morera, quien agregó que en el 20% de los casos las plazas no se han sustituido porque "se han transformado".

En el ámbito hospitalario, la Generalitat se dará un tiempo para sustituir a los jefes de sección y de servicio. "Es un proceso complejo porque hay que encontrar profesionales muy competentes y si es necesario se recurrirá a facultativos del resto del Estado o del extranjero", argumentó ayer Mateu Huguet, jefe de la división hospitalaria del ICS.

La jubilación forzosa ha afectado especialmente al hospital Vall d'Hebron, donde ayer algunos médicos afectados por la medida, como el jefe de Medicina Interna, Antoni Mirada, siguieron yendo a su lugar de trabajo. Mirada entiende que su jubilación no es efectiva "porque hay aún un recurso ante el TSJC".

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