El duende y las fuentes
Un libro se adentra en la relación de García Lorca con los escritores y artistas de su época
Fábula de fuentes (Residencia de Estudiantes, 2004) es el último libro de Andrés Soria Olmedo, en el que el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada pretende iluminar las zonas menos conocidas de la vida de Federico García Lorca, prestando especial atención a su tradición y vida literaria. Escribir un ensayo sobre el segundo escritor español del que más se ha discutido e investigado, sólo superado por la figura y la obra de Miguel de Cervantes, ha constituido para el escritor granadino todo un desafío ya que "cada vez se hace más complicado no repetir aquello que ya se ha dicho, lo que implica la necesidad de manejar una amplia bibliografía".
En Fábula de fuentes el lector descubrirá la "muy intensa relación de Federico con los artistas de su época". El título, sacado de un verso de Jorge Guillén que Lorca utilizó hasta tres veces en un poema de Poeta en Nueva York, responde a la necesidad de aclarar la relación de Lorca con sus referentes, tanto del pasado, como del presente, entre los que podría destacarse a Juan Ramón Jiménez, que fue el modelo más considerable, aunque no suficiente, para todos los poetas de la Generación del 27, sin olvidar a Rubén Darío, al que Lorca guardó una "fidelidad extraordinaria".
El libro arranca ofreciendo al lector un retrato de la primera formación intelectual a la que tuvo acceso Lorca en su ciudad natal, "una ciudad de provincias" en la que no podría "haber llegado a ser el escritor que fue". La relación de Lorca con la ciudad fue "muy estrecha y duradera en grupos minoritarios que fueron su primer público".
En opinión de Soria, la relación más importante de la vida del poeta a nivel intelectual fue la que mantuvo con Salvador Dalí. "Se ha escrito mucho sobre esta relación, pero se ha tendido a hacer hincapié en aspectos personales que si bien tienen importancia, no son tan interesantes como los intelectuales". La relación entre Lorca y Dalí fue el germen de una importante aportación del uno para el otro.
"Dalí adquirió de Lorca la capacidad para pensar la pintura y Lorca recibió el desafío que Dalí le propuso: el surrealismo". Todo ello incentivado por el fabuloso regalo que el poeta hizo al pintor catalán, la Oda a Salvador Dalí, que supondría "un salto cualitativo en la poesía de Federico".
Y es esa poesía y el tratamiento que el poeta de algún modo le daba la que generó la aparición de una serie de mitos, principalmente el de la figura del "duende" que ha derivado en la identificación del poeta como un "genio de la naturaleza". "La afirmación de que Lorca se movía por la intuición, como por arte de magia, es equivocada. La teoría del duende está fuertemente influida por Nietzsche. No se trata de hacer de Lorca un poeta hiperculto, pero sí fue un autor capaz de emplear con genialidad elementos culturales gracias a su extraordinaria curiosidad".
Pero el infranqueable paso del tiempo y "la situación bárbara" que se presentó a partir del alzamiento contra la II República provocaron los primeros conatos de manipulación de la figura del poeta. "Franco intentó por todos los medios politizar la figura de Lorca intentando favorecer las versiones privadas del asesinato". Para Soria, no ha vuelto a haber una manipulación ideológica del poeta y, en todo caso, sobre la política que el Partido Popular ha llevado a cabo en los últimos años afirma que "en líneas generales ha sido democrático en el tratamiento que ha dado a figuras culturales pertenecientes al patrimonio de sus rivales políticos".
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