135.000 obreros del Metal, convocados hoy a la huelga
Los cuatro principales sindicatos del País Vasco (ELA, CC OO, UGT y LAB) han logrado al final unir sus fuerzas para protestar por la falta de convenio de los casi 135.000 trabajadores del Metal en la comunidad autónoma, de la que culpan a la patronal. Hoy intentarán paralizar todas las empresas del sector en la huelga de mayor calado convocada en Euskadi en los dos últimos años. Las centrales acusan a la patronal de "prepotencia" y le exigen una posición negociadora "más sensata" para evitar un septiembre "muy caliente".
La negociación de los convenios del Metal en los tres territorios vascos atraviesa un momento crítico. Con el primer semestre a punto de cerrarse, todo sigue sobre la mesa y con criterios diferentes en cada provincia. Mientras que en Álava la patronal amenaza con la ultraactividad (el convenio pierde vigencia si no se renueva) y propone una subida limitada al IPC, en Vizcaya y Guipúzcoa sus organizaciones empresariales aceptan una subida de medio punto sobre el IPC. De los casi 135.000 trabajadores del sector, unos 85.000 están empleados en pequeños talleres que no pueden firmar su propio convenio y dependen de que exista un acuerdo sectorial.
El común denominador es que la patronal se niega este año a firmar convenios sectoriales caros. Asegura que en ejercicios brillantes se ha podido firmar al alza, pero que la situación económica actual no lo permite.
El conflicto del Metal es el más representativo y el que afecta a más trabajadores de los multiples abiertos este año en Euskadi por la negociación de los convenios. La huelga de Caballito es la más larga (hoy cumple ocho meses), pero ha habido otros conflictos destacados, como el de la construcción en Guipúzcoa, sector en que se firmó el acuerdo después de que sus 12.000 trabajadores secundaran 37 días de huelga -los primeros 25 la patronal no se sentó a negociar-.
"Inaceptable"
En el Metal de Álava los sindicatos ven "inaceptable" la pretensión de la patronal provincial de firmar un convenio para cuatro años con la subida limitada al IPC en salarios y sin ninguna reducción de la jornada. En Álava se trabajan 1.735 horas, la jornada anual más alta de las tres provincias.
En Vizcaya, la patronal se ha quedado en el IPC más un 0,75% para este año y el IPC más 0,35% para 2005 y 2006. Aquí tampoco ofrecen los empresarios una rebaja de la jornada. Los sindicatos exigen incrementos del 5%.
En Guipúzcoa, las negociaciones quedaron rotas el pasado miércoles en un momento en el que la patronal provincial Adegi apenas ofertaba una subida salarial del IPC más medio punto, pero sin ningún avance en reducción de jornada. El 75% de los empleados del Metal de esta provincia trabajan en empresas pequeñas.
Los datos globales de la negociación colectiva en Euskadi muestran que el 73% de los trabajadores afectados por convenios sectoriales no han firmado aún. Casi 220.000 asalariados se encuentran en fase de negociación o movilización.
En el sector público, unos 80.000 funcionarios del Gobierno, ayuntamientos y diputaciones tienen un marco actualizado de relaciones laborales gracias a los convenios de eficacia limitada. CC OO y UGT firmaron el acuerdo con el Ejecutivo y Comisiones Obreras en solitario con Eudel para los ayuntamientos y las diputaciones.
Ayuda para cerrar ocho meses de paro
El conflicto de la planta alavesa de la multinacional alemana Pferd Ruggeberg, más conocida como Caballito, se ha convertido este año en un referente para la negociación colectiva. Un total de 140 de sus operarios cumplen hoy ocho meses de huelga, mientras otros 85 trabajadores siguen en sus puestos. Pero el largo conflicto está empezando a cuartearse. El comité de empresa busca una fórmula y una mano mediadora para aparcar el enfrentamiento, sellar un acuerdo y volver a la fábrica. Tras esos ocho meses empiezan a surgir el desánimo y el cansancio. La caja de resistencia de ELA ha sido el garante de un conflicto que ha traspasado lo estrictamente laboral. El pasado jueves, tras una asamblea de trabajadores en una iglesia de Vitoria, ELA señalaba que "el acuerdo puede estar cerca". Después de criticar con dureza a las instituciones, el representante de ELA que acompañó al comité de huelga, Pablo Gutiérrez, lanzó una propuesta que sonó a necesidad.
Explicó que su iniciativa se basa en el mantenimiento del empleo, la readmisión de los despedidos y la retirada de las sanciones. El principal problema de los trabajadores es que no tienen quién medie para acercar a las partes. Todos los intentos han fracasado, desde el Gobierno hasta el Consejo de Relaciones Laborales, pasando por uno de los propietarios de la planta.
Además, Caballito, que es líder mundial en la fabricación de discos abrasivos y lleva 38 años instalada en Vitoria, ha anunciado que va a trasladar parte de la producción alavesa a Europa del Este. La cita de los trabajadores hoy con el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, tiene mucho de encontrar un cabo al que agarrarse para atar un pacto con la multinacional alemana.
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