Los jóvenes cambian el paso

La principal meta laboral de los estudiantes españoles no es tener una carrera meteórica, trabajar en una gran multinacional o cobrar un sueldo galáctico. Por encima de todo ello, los que están a punto de abandonar la universidad desean que su trabajo no les robe su vida familiar, según una encuesta europea. Inditex es su empresa favorita.

Las mujeres son más sensibles al problema y sus principales beneficiarias. Sólo el 3,5% de los que se acogen a estas medidas son hombres

En España, el 70% de los consultados quiere un puesto que respete su vida personal. El siguiente país es Francia, con un 59%

"Lo que espero es encontrar un trabajo bien remunerado que me permita independizarme". Lo dice Félix Vaquero, que tiene 25 años y acaba este año la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Y puede resumir lo que piensan buena parte de los universitarios que están a punto de dar el salto a la vida adulta, a la búsqueda de su primer empleo. No resulta extraño que la estabilidad laboral, en un país donde la temporalidad duplica la media europea y ataca de forma especial a los jóvenes, sea una de las principales metas para los universitarios españoles.

Según un estudio europeo reciente, sin embargo, el lograr un trabajo fijo no es su principal anhelo. La encuesta anual que la consultora sueca Universum Communications realiza en España y otros 18 países europeos y EE UU, revela que por encima de todo los españoles -1.245 universitarios de 11 centros han sido consultados- quieren un trabajo que no le robe todas las horas, que sea compatible con su vida personal. Este equilibrio es una meta para el 70% de los españoles, el grupo más numeroso. A continuación están el 44,5% que espera trabajar en una empresa internacional y el 32,5% que demanda desafíos. Todo ello por un sueldo de al menos 20.866 euros, algo inferior al que calculan austriacos, daneses, franceses, alemanes, noruegos, suecos y suizos.

Para Andrés Berlinches, de 26 años, Pilar Pérez, 22, y Daniel Fernández, 24, todos alumnos del último curso de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Pontificia Comillas (ICAI), las prioridades en su primer trabajo son otras. "El sueldo al principio no es tan importante. Prefiero que me den la oportunidad de mejorar mi formación, por ejemplo haciendo un master en Administración de Empresas (MBA)", asegura el más veterano de estos futuros ingenieros industriales, una especialidad con apenas paro. Completa su compañera: "hay que aprovechar la flexibilidad que tenemos a esta edad, cuando no tenemos ataduras, para mejorar". Para estos jóvenes, engrosar el currículo es una meta en esos primeros años con contrato. El estudio sueco asegura que el 41,5% de los españoles piensa que la empresa debe darles formación.

Lo más sorprendente es el empeño de los españoles por que su trabajo no amenace su vida personal, lo que les diferencia de sus colegas europeos. En la mayoría de los países el porcentaje que busca ese equilibrio ronda el 40% y Francia, con el grupo más numeroso tras España, se queda en el 59%.

Esta situación sería impensable hace unos años, cuando hablar de compatibilizar trabajo y familia no estaba de moda. Y son todavía más deseo que realidad. Los estudiantes calculan que su horario será de 48 horas semanales en el primer puesto.

Las cosas han empezado a cambiar. En 1999 se aprobó la primera ley española para incentivar estas políticas y "la remuneración no es ya el principal criterio de permanencia en una empresa, ni tampoco de selección de un puesto de trabajo. Las nuevas generaciones sitúan por delante de este parámetro la capacidad de seguir aprendiendo y la posibilidad de conciliar trabajo y familia. Por tanto, los directores de personas deben conceder a este tema una importancia fundamental si quieren atraer y retener talento en el futuro", se puede leer en la presentación de unas jornadas que sobre este tema acaba de celebrar la escuela de negocios IESE.

Las mujeres son ligeramente más sensibles que sus colegas varones a este problema. Son también sus principales beneficiarias. De los algo más de 34.000 trabajadores que se han acogido a alguna de las medidas aprobadas en 1999, como la reducción de jornada o la excedencia para el cuidado de un hijo, sólo el 3,5% eran hombres, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

La sensibilidad hacia este tema no es el único cambio que se advierte entre los jóvenes españoles. La disponibilidad para trabajar fuera de España, al menos durante una temporada, es otro. Todos los entrevistados estarían dispuestos a traspasar las fronteras

En lo que sí coinciden los españoles con generaciones anteriores es en su deseo de trabajar para grandes empresas, a las que se presupone mayor estabilidad, programas de formación, mejores sueldos y planes de carrera más amplios. Inditex es la compañía más deseada entre los alumnos de económicas y empresariales, por delante de L'Oreal y Procter & Gamble. Sus colegas de ingeniería prefieren Telefónica, BMW e IBM, por este orden. "Más que una multinacional, lo que buscas es una empresa estable, con tradición", resume Daniel Fernández.