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Nuevo reclamo para las 'pymes'

Franquicias, agricultura y componentes sostienen el flujo comercial procedente de España

Juan Jesús Aznárez

Las pymes españolas, principalmente de distribución comercial, se han venido instalando en México, en los últimos años, de forma creciente, "aprovechando la buena imagen del made in Spain", según fuentes empresariales. Las franquicias son uno de los negocios en auge, pero otros ya están consolidados, como el financiero y el turístico. Telefónica aprobó un plan de expansión en telecomunicaciones de 1.500 millones de dólares. Además, los principales sectores de interés para las empresas españolas son aquellos ya en desarrollo, como aeropuertos, carreteras, gas natural, o de desarrollo previsto a medio plazo, como electricidad, petroquímica, telecomunicaciones, salud, tratamiento de residuos y agua potable, y las grandes obras que se realizarán a nivel federal.

Las empresas mexicanas han cerrado contratos en sectores como alimentación, piezas de recambio, construcción e ingeniería o electrónica

Las ventajas ofrecidas por las autoridades de México a los inversores se basan en que su macroeconomía, con la chilena, es la más estable de América Latina, y el gran mercado norteamericano está a la vuelta de la esquina. El agro es un sector promisorio, pero las aduanas mexicanas constituyen una suerte de caja negra, con retenciones frecuentes de mercancía, porque la reglamentación no es clara, según coinciden las fuentes empresariales españolas consultadas. Los aceiteros españoles e italianos se encuentran con trabas arancelarias impuestas por México que todavía pueden absorber, pero que pueden llegar a ser insostenibles o emuladas por Estados Unidos. Sin embargo, las empresas de ingeniería industrial tienen campo porque México quiere incorporar valor añadido a sus productos, ante la imposibilidad de batir los bajos precios de la mano de obra china.

"Además, el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (2000) se hizo prácticamente para las pymes del sector automotriz", señalan fuentes comerciales. Y las españolas se adaptan muy bien a las necesidades mexicanas, contrariamente a las grandes y complejas cadenas industriales de Estados Unidos. Según la subsecretaria de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional, María de Lourdes Dieck Assad, México garantiza, entre otras ventajas, una ubicación estratégica, fuerza laboral competente, infraestructura industrial y los acuerdos de protección recíproca a la inversión.

Cada autonomía española fomenta determinados negocios. El sector de oportunidad más destacado entre Cataluña y México probablemente sea el portuario. El flujo comercial entre el puerto de Barcelona y los puertos mexicanos, Tampico-Altamira, Veracruz y Progreso, es de cerca de 850.000 toneladas anuales. Un seguimiento de las ferias hispano-mexicanas indica que México puede cerrar contratos en los sectores de alimentación, piezas de recambio, construcción e ingeniería, electrónica, computación, envases y empaques, equipamiento médico hospitalario, máquina-herramienta y componentes, maquinaria textil y de confección o tecnología de la información. Los empresarios españoles buscan en México desde fabricantes de equipos y maquinaria de acero inoxidable para la industria alimenticia hasta empresas del sector textil interesadas en mejorar sus sistemas productivos a través de la aportación tecnológica.

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