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El primer ministro polaco sobrevive a un voto de confianza

El primer ministro polaco, Marek Belka, salió ayer airoso de un voto de confianza en el Parlamento, que puso fin a semanas de inestabilidad política en el país más grande de los recién incorporados a la Unión Europea. La victoria de Belka aleja la posibilidad de unas elecciones anticipadas en agosto y da la oportunidad al impopular Gabinete de izquierdas de reagruparse y de ganar la popularidad perdida y dañada por el anterior Ejecutivo, que dimitió el pasado 2 de mayo.

Belka perdió un primer voto de confianza en mayo, lo que le limitó a una función de Gobierno provisional y paralizó las reformas fiscales. "Ahora habrá más calma, nos daremos un respiro, tiempo para las importantes propuestas legislativas y las reformas económicas", aseguró Belka tras el voto de confianza.

Belka quiere convocar elecciones a principios del año 2005, lo mismo que el presidente polaco, Aleksander Kwasniewski. "Si este Gobierno resulta efectivo, lo natural sería convocar elecciones en la primavera de 2005", manifestó Kwasniewski. Belka también prometió a los diputados que en otoño, después de la elaboración del proyecto de presupuesto para el año 2005, se someterá nuevamente a un voto de confianza.

A favor de Belka votaron 236 diputados de los partidos de la izquierda y pequeños grupos que querían evitar un adelanto de las elecciones por temor a quedar fuera del nuevo Parlamento. En contra votaron 215 diputados nacionalistas, populistas, liberales, conservadores y agrarios, unidos por el deseo común de desalojar a la izquierda del poder.

Jefe en funciones

Belka, economista y ex ministro de Finanzas, había asumido la jefatura en funciones del Gobierno el 2 de mayo, tras la dimisión de Leszek Miller al día siguiente del ingreso de Polonia en la UE. Sin embargo, el Parlamento le negó la aprobación en una primera votación el 14 de mayo, tras lo cual Kwasniewski optó por volver a presentar su candidatura, advirtiendo de que un nuevo rechazo conduciría al adelanto de elecciones al próximo agosto.

El primer ministro se comprometió ayer a elaborar la ley sobre la sanidad, indispensable para que los polacos puedan recibir prestaciones médicas gratuitas. Asimismo adoptará medidas encaminadas a sanear las finanzas públicas, reducir la deuda del Estado y el déficit presupuestario y eliminar toda una serie de prestaciones que suponen un despilfarro de dinero. Pero en política interior, el principal asunto será la reducción del desempleo que, aunque baja sistemáticamente desde comienzos de año, aún afecta a más de tres millones de personas.

La ratificación de Belka como primer ministro puede restablecer la normalidad política en Polonia, importante para que el país capte un máximo de fondos de ayuda de la UE, y para que decida sobre la futura permanencia de tropas en Irak.

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