30 ONG denuncian la violación de los derechos humanos de los 'sin papeles'
Concentración contra la "militarización" del Estrecho
Representantes de diversos colectivos sociales de ambas orillas del Estrecho se concentraron a mediodía de ayer ante la antigua prisión de Algeciras, ahora centro de internamiento de inmigrantes. La protesta pretendía "condenar la continua militarización del Estrecho y la falta de información en las localizaciones de inmigrantes indocumentados y sus posteriores repatriaciones". "Las deportaciones sistemáticas de inmigrantes violan los derechos humanos fundamentales", manifestó Nicola Sguiglia, portavoz de las ONG convocantes.
Aunque frente al Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Algeciras sólo se concentró una veintena de personas -aparte de los treinta periodistas que esperaban cubrir la protesta-, se trataba de los representantes de otras tantas asociaciones de ambas orillas del Estrecho que representan "a miles de personas que no pueden trasladarse hasta aquí para manifestarse", según declaró a Efe el portavoz de los distintos colectivos, Nicola Sguiglia.
Sguiglia justificó además la escasa participación en la convocatoria en la improvisación con que se decidió la concentración, ya que la idea surgió ante la llegada y detención de 144 inmigrantes durante el pasado martes en las costas de Cádiz, coincidiendo con que estas organizaciones concluían un encuentro multidisciplinar en Tarifa (Cádiz).
Sguiglia destacó la importancia de los "pequeños focos de resistencia" que denuncian la "situación insostenible" en muchos países de África que hace "que la gente emigre y arriesgue su vida en el Estrecho, que se ha convertido en los últimos años en una fosa común donde pierden la vida miles de personas por tratar de buscar un futuro con dignidad".
Los concentrados denunciaron la violación de los derechos humanos que consienten los gobiernos y el maltrato que reciben los inmigrantes en los centros de internamientos como el de Algeciras, "que se trata de una antigua cárcel a la que se cambió eufemísticamente el nombre, pero que mantiene un régimen absolutamente carcelario, donde no se les ofrecen derechos como vistas con abogados, comida o mantas".
Sguiglia explicó cómo uno de los inmigrantes que fueron detenidos el pasado martes y que ha sido puesto en libertad les contó que "las condiciones del centro algecireño violan los derechos humanos" y exigió al Gobierno una aclaración sobre la política de deportación, ya que se ha vuelto a aplicar el llamado "acuerdo de vecindad de 1992", por el que Marruecos acepta la devolución de los inmigrantes de otros países africanos, que sufren una vez allí la discriminación de pagar más caros los transportes, impedimentos para alquilar viviendas o incluso maltratos, según declaró el representante de la asociación Pateras por la Vida, Abdul Abdehala.
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