Besos y música en directo
16.000 jóvenes abarrotan Las Ventas en un concierto dedicado a las víctimas del 11-M
Se trataba de un concierto con varios artistas que arrasan hoy entre el público juvenil español: Deluxe, Coti, Álex Ubago, The Rasmus y La Oreja de Van Gogh. Pero había un valor añadido. Había que batir una marca para entrar en ese libro-guía mundial que registra todos los datos curiosos y únicos que hace una persona por sí sola, o un acto cualquiera pero a la vez con el mayor número de ellas: el famoso Guinness de los Records. Anoche en la plaza de Las Ventas se trataba de conseguir también la gran besada; esto es, hacer que miles de parejas se besaran al mismo tiempo durante 15 segundos.
No era lo principal, claro, que la historia estaba en el escenario y entre el ruedo y las gradas, pero sí un acicate para hacer de la noche algo aún más agradable. Así que mientras Deluxe, Coti o Álex Ubago desgranaban su repertorio, desde el magnífico escenario que la cadena televisiva musical MTV, organizadora del macroconcierto, dispuso para la ocasión, muchos chicos andaban negociando con sus amigas un trato, para, en el momento que se indicara, tener ya a la persona elegida para el gran beso.
Los organizadores pretendían entrar en el 'Guinness' con una 'besada' colectiva
Al parecer, no se cumplieron las expectativas. Llegado el momento, pasadas las 22.30, la presentadora televisiva del acontecimiento, la espectacular Débora Hombres, animó a los 16.000 jóvenes que llenaban la plaza a darse ya el ansiado beso. Y hubo besos, sí, pero no en la cantidad deseada, y el intento de conseguir el récord se diluyó entre las miles de adolescentes, más pendientes de admirar a Ubago que de acercar los labios a los de sus amigos. Este fracaso no deslució la noche. El gallego Xoel López, alma y motor de Deluxe, abrió la larga tanda de actuaciones con una soberbia lección de pop eléctrico con enjundia. El chico es una especie de geniecillo, que lo mismo entronca con la música mod británica de los sesenta, con la exuberancia ochentera de un Paul Weller y hasta con el eclecticismo de un Beck a la española.
El argentino Coti le siguió en esa loable declaración de intenciones, con la que pretende alejarse de una vez de ese pop-rock porteño heredado de Andrés Calamaro. Su momento álgido fue cuando invitó al escenario, como gran sorpresa, a Dani, el cantante de El Canto del Loco, que hace unos días había puesto con su grupo el lugar patas arriba.
El ambiente entre el público fue de lo más gratificante. La última mayoría adolescente española se ha apuntado tanto al pop brioso de historias de urgencia juvenil (Coti y Deluxe) como al más romanticón y meloso de La Oreja de Van Gogh o Álex Ubago. Entre medias, el estruendo de los finlandeses The Rasmus. Quizá porque era el primer gran concierto del verano, y con la mayoría de centros escolares ya en vacaciones, Las Ventas congregó a un animoso gentío que en su mayoría no habrá pasado aún de los 20 años. Una noche de efervescencia juvenil que se transmitió en directo y cuyo beneficio neto de las entradas vendidas será entregado a la Comunidad para colaborar a paliar los daños de los atentados del 11-M, a cuya memoria estuvo dedicado todo el concierto.
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