La sensibilidad al látex aumenta ahora entre los trabajadores no sanitarios
Más de 800.000 españoles padecen sensibilidad al látex, un trastorno inmunológico que puede producir desde una simple urticaria a un choque anafiláctico. Los profesionales sanitarios han sido los más afectados, pero recientes estudios demuestran que el uso masivo de esta sustancia, sobre todo en guantes, ha propiciado la aparición de esta patología en trabajadores de la hostelería, alimentación, metalurgia o peluquería.
"Por la alergia al látex se puede llegar a perder el puesto de trabajo, se puede sufrir un shock mortal y, además, condiciona la vida social y familiar. Nos cohibe y preocupa, por ejemplo, que cuando vamos a la compra tengamos que pedir al vendedor que se quite los guantes y se lave las manos", explica Pilar Vicente, presidenta de la Asociación Española de Alérgicos al Látex (www.aeal.cjb.net. Tlfno. 655 91 67 45).
Los empleados de la alimentación, pintores y peluqueros son de los más afectados
Vicente refiere que los únicos centros hospitalarios exentos de látex en toda España, los 365 días del año, y las 24 horas del día, se limitan a una unidad móvil del Servicio Urgencias Médicas de Madrid, un centro de Salud de la Comunidad de Navarra y un quirófano infantil del hospital Miguel Servet de Zaragoza. En 2005 habrá también un edificio en Navarra con un centro de salud, un servicio de urgencias y otro de coordinación de emergencias.
"El uso del látex supone un gran problema para los profesionales sanitarios, no sólo por el uso de los guantes, sino por el hecho de estar en contacto continuo con el polvo que desprende esta sustancia. Muchos se despreocupan porque trabajan en un centro sanitario, y no adoptan las medidas de protección oportunas. Además, es un problema creciente en otros oficios", apunta Luis Conde Salazar, jefe de servicio de Dermatología Laboral de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III.
Un estudio dirigido por este especialista, que se presentó a principios de junio en el XXXII Congreso Nacional de Dermatología y Venerología celebrado en Sevilla, y que se publicará en la revista Contact Dermatitis, compara la frecuencia de la dermatitis alérgica al látex y la urticaria alérgica de contacto al látex (UCAL) en personal sanitario y no sanitario. Dicho trabajo, en el que han participado 1.171 pacientes, revela que la sensibilización al látex afecta al 16.7% del personal sanitario y al 2.3% de los no sanitarios. Entre los no sanitarios, la sensibilización es más frecuente en los trabajadores de la alimentación (9,2%), construcción (6.6%), pintores (6.2%), peluqueras (5.1%) y limpiadores (3,8%). La UCAL, caracterizada por la aparición de elevaciones de la piel (habones), fue también más frecuente en los sanitarios (71.4%) que en los no sanitarios (28.6%).
"Casi el 20% de los enfermos atópicos, los que son alérgicos a otras sustancias como al polen o a ciertos alimentos, son sensibles al látex. También lo son los pacientes con espina bífida", añade Conde Salazar.
El látex y sus derivados forman parte de muchos productos utilizados en la vida diaria, ropa interior, guantes, botas de seguridad, material sanitario o productos químicos. En 1975 ya había 17.0000 productos fabricados con este material y cada año se introducen unos 600. El látex contiene un 30% de caucho, agua, proteínas, resina y azúcares y se caracteriza por su resistencia y elasticidad.
Muchas de las proteínas del látex están incluidas en algunas frutas, y por ello los pacientes alérgicos al kiwi, la paraguaya, la manzana o la castaña también son alérgicos a esta sustancia. La sensibilización a los guantes de látex se genera por el roce que se produce al meter y sacar la mano, que desprende algunas de sus proteínas.
Un estudio realizado con sanitarios mexicanos en los que se reutilizaban los guantes de látex una vez esterilizados, con lo cual tenían menos proteínas, reveló que había pocos casos entre el personal sanitario, según el dermatólogo mexicano Armando Ancona-Alayón.
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