"Hemos estado tentados de abandonar Palestina"

Especializada en los proyectos de desarrollo a medio plazo y en la búsqueda de salidas dignas para los desplazados de los territorios ocupados, la agencia de Naciones Unidas para el socorro de los refugiados palestinos (UNRWA) ha tenido que cambiar de rumbo y volcarse en la ayuda humanitaria. El estado de emergencia es permanente desde el inicio de la segunda Intifada y, hoy, el 80% de los palestinos residentes en Gaza subsisten gracias a esta organización. Su vicecomisionada general, Karen Abuzayd, participó el pasado viernes en el Fórum para advertir de que Naciones Unidas, con 25.000 personas trabajando en la zona, se halla al límite de sus posibilidades.

Pregunta. La UNRWA trabaja en Palestina desde hace más de medio siglo. ¿Qué ha cambiado en los últimos años?

Hace tres años que no se duerme en Gaza. O cae un misil o un 'bulldozer' destruye una casa

Respuesta. Desde el inicio de la Intifada, Gaza y Cisjordania se han convertido en prisiones inmensas de las que los palestinos ya no pueden salir ni para ir a trabajar o estudiar. Las fronteras de Israel se han cerrado a los palestinos y la mayor parte ya no pueden optar ni a tener un trabajo temporal. No entra dinero, las familias han perdido todos los ingresos y la situación empeora cada día. En la práctica, muchos palestinos ya ni siquiera pueden salir de sus casas.

P. ¿Cómo cubren sus necesidades más básicas?

R. En estos momentos la UNRWA tiene bajo su protección a 3,7 millones de refugiados palestinos a los que proporciona comida, educación y ayuda de carácter social. Las cifras están creciendo de forma alarmante. Hace cuatro años, por ejemplo, sólo teníamos que alimentar al 6% de los habitantes de Gaza. Hoy proporcionamos esta ayuda al 80% de su población.

P. ¿Qué salida les queda a todos estos refugiados?

R. Es evidente que el Gobierno israelí les está presionando para que abandonen Palestina y se marchen a otro país. Los están arrinconando, les hacen vivir cada vez más amontonados en los campos de refugiados, pero la mayor parte de los palestinos ni quieren ni pueden marcharse de allí. Piensan resistir a pesar de que los métodos de Israel son cada vez más destructivos. Los habitantes de Gaza, por ejemplo, no pueden dormir desde hace tres años. Cuando no es un misil que cae en medio de la noche es un bulldozer israelí que destruye una casa. ¡Imagínese lo terrible que es no poder dormir nunca!

P. ¿Qué trato recibe la UNRWA del Gobierno israelí?

R. Tenemos graves dificultades para trabajar. La pasada primavera, por ejemplo, nos impedían sacar de Gaza los contenedores vacíos de comida que enviábamos allí. La acumulación de contenedores vacíos, y también llenos, nos comportó un gasto enorme. Pero lo peor son los repetidos incumplimientos de acuerdos de todo tipo por parte del Gobierno israelí.

P. ¿Han pensado en irse?

R. Hemos pasado por grandes dificultades y sí, hemos estado tentados de abandonar Palestina, pero no sé qué otra organización podría ayudar a una población de casi cuatro millones de refugiados.

P. ¿La prolongación del conflicto hace viable sostener en el tiempo un esfuerzo tan importante?

R. En estos momentos ya tenemos graves problemas económicos. Este año, por ejemplo, los países que colaboran con nuestro fondo de financiación sólo han aportado el 30% del dinero necesario para seguir funcionando. Algunos países no quieren aportar el dinero comprometido porque no creen que pueda servir para nada mientras no mejore la situación política de la zona. Se preguntan: ¿por qué tenemos que ayudar a reconstruir casas si las volverán a demoler?

P. La UNRWA ha anunciado que abrirá una oficina en España para recaudar fondos.

R. Hemos decidido comenzar un programa piloto para abrir oficinas en varios países que nos ayuden a recaudar fondos, pero también a difundir la situación que se vive en Palestina. Para hacerlo utilizaremos algunas de las sedes que la Asociación de Amigos de la ACNUR tiene en España. Esperamos comenzar el próximo septiembre.