Al 'súper' para estar fresco
La sanidad italiana planea meter a los ancianos en los cines y los supermercados durante los días más tórridos
Llega el verano, en Italia se esperan temperaturas tan altas como las del año pasado, y el ministro de Sanidad ha preparado un plan de choque para salvar a los más ancianos: la idea consiste en recogerlos de su casa por la mañana, llevárselos a un supermercado, al cine o a otro lugar con aire acondicionado, y devolverlos a casa por la noche. "La de trasladar a los más frágiles a zonas refrigeradas es una fórmula ya ensayada con éxito en Estados Unidos; nosotros no podemos permitirnos mantener durante tres meses estructuras climatizadas especialmente para tal fin", afirma el ministro, Girolamo Sirchia.
El problema de los ancianos y el calor es grave. Sólo en la ciudad de Génova, las altas temperaturas causaron la muerte de 845 ancianos en 2003. El plan del ministro Sirchia, sin embargo, ha sido mal recibido por los ayuntamientos, que deberían ser los encargados de ponerlo en práctica. Primero, porque la idea se ha planteado con el verano ya encima, mientras los municipios llevaban meses preparando sus propios programas. Segundo, porque no está claro qué harían los grupos de ancianos todo el día en el súper, o viendo varias veces seguidas la misma película en un cine. Tercero, porque el ministerio ha exigido a los ayuntamientos que envíen a los servicios sociales una lista con los nombres de todos los ciudadanos mayores de 65 años, para luego elegir entre ellos quiénes deben ser acompañados al súper.
"Creemos que un tercio de los mayores de 75 años corren peligro, por su fragilidad, y que entre los 65 y los 75 pueden ser víctimas del calor quienes padecen enfermedades crónicas y carecen de atención continua", se justificó ayer Sirchia, de 71 años, para responder a la irritación de miles de personas de 65 años que se sentían insultadas por el Gobierno.
Ayuntamientos como el de Génova y el de Florencia calificaron de "absolutamente inútil" la orden del Ministerio de Sanidad. "El problema no es solamente el calor, es la soledad y la falta de cuidados: hay ancianos que mueren por consumir alimentos estropeados por las altas temperaturas, o que se deprimen y dejan de comer y beber", explicó al Corriere della Sera el jefe de los servicios sociales genoveses, Paolo Veardo. "Hace falta dinero para contratar gente que pase por los domicilios de riesgo y controle que todo está en orden", añadió, "no para llevarse a la gente al supermercado". En Milán, donde 93.000 personas de más de 70 años viven solas, sí se ha empezado a confeccionar la lista del ministerio.
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