La ambición de El Niño
Fernando Torres se pone a punto para jugar ante Portugal, asume el protagonismo y dice que la eliminación sería un fracaso
A El Niño se le ha puesto la cara de un velocista. En ausencia de su peluquero de Las Rozas, el pasado jueves le pidió a su compañero Juanito, el central del Betis, que le pasara la máquina por el cuero cabelludo y le afeitó al uno. Y ayer remató con una saña especial los centros que le enviaban desde las dos bandas durante el entrenamiento. Ya no queda ni rastro del look de indio cherokee, y menos de las extensiones con las que se presentó en la Eurocopa. Relegado a la suplencia, ha decidido raparse "de repente", en un arrebato, para cambiar su suerte.
El delantero centro parece muy puesto, con la tensión propia del atleta que va a afrontar los 100 metros lisos, que en esta ocasión es el partido de mañana en Lisboa contra Portugal. Para nada habla de ser titular, a fin de no vulnerar el código de equipo que preside a la nueva selección capitaneada por Raúl. Aún cuando vocaliza, habla con un tono de voz muy bajo, prácticamente ininteligible desde la distancia. En el cuerpo, sin embargo, se le marcan las venas y se aprecian los músculos de un futbolista rápido que corre hacia el área.
Parece muy puesto, con la tensión propia del atleta que va a afrontar los 100 metros lisos
"No podemos pasar a la historia como otra selección que no ha hecho nada", reconoce
"Yo también me juego mucho en esta Eurocopa y todos tenemos unas grandes expectativas puestas en el torneo", explica, ambicioso. "No entrar en los cuartos de final sería un fracaso", insiste. "No podemos pasar a la historia como otra selección que no ha hecho nada". Resulta comprensible que Torres quiera estar en el partido contra Portugal porque marcará la evaluación de la selección. El Niño reclama el protagonismo porque no se perdonaría regresar al Atlético sin haber sido titular en la Eurocopa o, cuando menos, sin responder a la expectación que ha despertado su convocatoria por su juego en la Liga española y los últimos partidos amistosos con la selección, sobre todo en Génova contra Italia y en Guimaraes ante la anfitriona Portugal.
Torres quiere ser enfocado como Rooney, Cassano, Ibrahimovic o Sneijder y abanderar la nueva generación de futbolistas que le piden a Saéz que se la juegue por ellos, como son Joaquín o Xabi Alonso. "A la selección se le exige mucho porque la gente quiere verla arriba", explica. "Quizá es una cuestión más de corazón y ganas que de cabeza. No lo sé, pero tampoco entendemos el derrotismo que se ha generado en algunos ambientes por el empate contra Grecia. Nuestra situación es muy buena y nos sentimos muy unidos, al igual que ya ocurrió frente al partido de la repesca contra Noruega".
Tan seguro está el ariete rojiblanco de la suerte de la selección que accede incluso a hablar del posible cruce de cuartos: "Yo quiero ganar, ser primeros y evitar a Francia. No me gusta jugar contra ella esté bien o mal. Los jugadores sabemos que no podemos fallar". Para eliminar a Portugal, la selección española maneja como referente el amistoso disputado el 6 de septiembre del año pasado contra la anfitriona en Guimaraes: 0-3. Jugaron entonces Raúl, Xabi Alonso, Baraja, Vicente y el joven jugador del Atlético.
Fernando Torres salio mal parado de aquel encuentro en el que debutó precisamente como internacional, porque Fernando Couto le puso a caldo. "Portugal se empleó entonces con dureza. Fue una selección muy fuerte", recuerda. "Ahora ha cambiado su defensa", añade después de recordar la figura de Ricardo Carvalho, "y no creo que vayan a hacernos daño. Es un partido oficial y aquél, un amistoso, aunque nosotros debemos utilizar la misma línea de juego, es decir, llevar el encuentro a nuestro terreno, tal y como venimos haciendo siempre, porque si les dejamos el balón, los portugueses tienen calidad y nos crearán peligro. Van a salir muy fuertes en el inicio de partido".
El Niño no quiere contemporizar y aboga por mantener el estilo español. A su lado, tanto Juanito como Vicente parecen más conservadores, aunque coinciden en que la eliminación sería un fracaso. Uno y otro abogan por no variar el sistema, "porque si le cambias es porque algo falla". Acto seguido, sin embargo, prevén que Portugal puede obligar a un nuevo plan español. Juanito afirma: "La presión es para ellos, porque juegan en casa y nos les vale el empate. Nosotros tenemos que saber aguantar y salir al contragolpe". Y Vicente añade: "Los portugueses están más presionados, querrán marcar pronto y dejarán espacios. Nosotros debemos estar bien metidos atrás y en una contra resolver".
A sus 20 años y cinco partidos internacionales, Fernando Torres prefiere no mirar hacia su portería sino hacia la contraria, porque en tanto que purasangre se siente imparable, dispuesto a corregirse en cada entrenamiento a fin de mejorar el control del balón, la recepción, el giro y el remate, todo cuanto se refiere a la precisión: "Si hacemos las cosas bien, no debemos tener problemas contra Portugal", sentencia.
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