Centristas franceses e italianos crean un grupo parlamentario propio

Dos partidos centristas con vocación federalizante en Europa, la Unión para la Democracia Francesa (UDF) y la Margarita italiana, se unieron ayer en el Parlamento Europeo de Estrasburgo para formar una nueva fuerza, el Partido Demócrata Europeo (PDE). Esta formación, que espera atraer a los liberales europeos, pretende aglutinar a los partidos proeuropeístas de una veintena de países y contar con alrededor de 80 eurodiputados, lo que le convertiría en la tercera fuerza de una Eurocámara con 732 escaños, tras populares y socialistas.

El PDE nace con vocación de ser "un partido europeo en Europa", según François Bayrou, el líder de la UDF, cuyos 10 eurodiputados abandonan el Partido Popular Europeo (PPE), incómodos con la familiaridad que en él existe con los euroescépticos tories británicos y la llegada de los no menos euroescépticos Demócratas Cívicos checos. El ex alcalde de Roma Francesco Rutelli aporta al PDE los cinco eurodiputados de la Margarita, hasta ahora asociada al grupo liberal y que en Italia forma parte de la coalición el Olivo que inspira Romano Prodi, presidente de la Comisión. "Queremos la democratización de Europa, una Unión capaz de tener una política exterior y de defensa, con una economía social de mercado donde el medio ambiente no sólo sea protección, sino innovación", dijo Rutelli al resumir el programa.

Bayrou concibe el partido como "una corriente demócrata no conservadora y no socialista" a la que espera atraer al conjunto de grupo liberal de la Eurocámara, que obtuvo 67 escaños en las elecciones. El PDE será un polo centrista que absorberá a los parlamentarios de las pequeñas formaciones, del Atlántico hasta la frontera rusa. Ignasi Guardans (CIU), cabeza de lista de Galeusca, declaró antes de las elecciones que se encontraría cómodo en esa formación centrista.

La primera decisión del PDE ha sido proponer para la jefatura del Parlamento Europea al ex ministro polaco de Exteriores, Bronislaw Geremek. "Es un símbolo de la Europa que queremos, en contra de la Europa de los acuerdos opacos", dijo Bayrou, en respuesta al acuerdo presuntamente alcanzado el día anterior por socialistas (199 escaños, en el reparto provisional de la Eurocámara) y populares (278, antes de la salida de la UDF) para repartirse la presidencia del Parlamento Europeo. Ese pacto reedita el existente desde 1979 hasta esta legislatura, en la que los conservadores se desmarcaron de la izquierda en favor de los liberales.

Los socialistas (Francia, Portugal y Bélgica) negaron ese pacto. De momento, dicen, sólo hay conversaciones exploratorias con el PPE. Para los centristas, una gran coalición entre los dos principales grupos y rivales de la Eurocámara sería una traición a los electores. El futuro del nuevo partido será el de jugar un papel de bisagra para establecer una mayoría de centroizquierda, a la que están dispuestos a sumarse Los Verdes (41 escaños) de Daniel Cohn-Bendit.