"No hay prueba alguna creíble" de complicidad entre el ex dictador y Bin Laden
La comisión independiente de Estados Unidos encargada de investigar los atentados del 11 de septiembre de 2002 concluyó el miércoles que no existen pruebas de colaboración entre la organización terrorista Al Qaeda y el Gobierno que presidía en Irak Sadam Husein. El informe, de carácter preliminar, está basado en documentos hasta ahora confidenciales y anula uno de los argumentos empleados por George Bush y su Gobierno para justificar la invasión de Irak.
La comisión está formada por políticos y diplomáticos escogidos por acuerdo entre republicanos y demócratas del Congreso. El texto del informe preliminar está basado en parte en la transcripción de los interrogatorios a los miembros de Al Qaeda más relevantes detenidos en los últimos años.
La comisión concluye que "no existe prueba alguna creíble" de que Sadam Husein ayudara a Osama Bin Laden en la preparación de los ataques del 11 de septiembre de 2002 contra EE UU. En la década de los noventa, Sadam envió a un agente secreto para "explorar posibles vías de colaboración" con Bin Laden", pero era tal el desprecio que el líder de Al Qaeda sentía por el presidente iraquí que en varias ocasiones se negó a recibir a ese enviado. Cuando finalmente habló con él, la conversación no condujo a nada sostiene el informe.
"No tenemos prueba creíble alguna de que Irak y Al Qaeda hayan cooperado en los ataques contra EE UU", se asegura en el texto del informe. La comisión también cita al FBI para demostrar que el líder de los secuestradores del 11-S, Mohamed Atta, nunca se reunió con un agente del espionaje iraquí en Praga el 9 de abril de 2001, como mantienen Bush y su vicepresidente Dick Cheney.
No hubo reunión
"En base a las pruebas disponibles, que incluyen la investigación de las autoridades checas y estadounidenses y los testimonios de los interrogatorios [de miembros detenidos de Al Qaeda], creemos que esa reunión nunca tuvo lugar", afirma la comisión.
Los documentos conocidos el miércoles permiten reconstruir, por primera vez, la preparación y la organización de los atentados, la selección de los objetivos, las divergencias en el seno de la organización terrorista y das desavenencias entre los secuestradores.
La planificación inicial del 11-S pretendía secuestrar y estrellar 10 aviones contra objetivos en las costas este y oeste de Estados Unidos, pero el plan sufrió modificaciones con el paso del tiempo por dificultades logísticas y por conflictos en la dirección de Al Qaeda.
No había ni quiera un acuerdo sobre la fecha ni sobre los objetivos. Bin Laden quiso que los atentados fueran a mediados de 2000; después se retrasaron al 12 de mayo de 2001 y más tarde se escogió junio o julio.
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