Maldito córner

"¡Buenos días muchachos!". Iñaki Sáez comparece en el entrenamiento con el mismo protocolo que cuando la selección ganó a Rusia. "¿Vas a hablar?", le requiere un periodista con ganas de preguntarle por el empate con Grecia. Y el seleccionador responde: ""¿Por qué no?". Acabada la sesión, el técnico comparece a pie de campo y, ante la aglomeración de periodistas, accede a departir en la sala de prensa. No se le aprecian signos de depresión de la misma manera que tampoco su discurso resulta siempre convincente. A juzgar por sus declaraciones, Sáez está a mitad de camino como el propio equipo, y España se jugará la clasificación a un partido contra la anfitriona Portugal, un marco extremista como el que ya afrontó en la repesca en Noruega.

"Nuestro plan siempre es el mismo: Primero trabajar fuerte y luego cambiar"

"Repetir la alineación fue mas que un premio, una garantía", dice el seleccionador

Ocurre que el seleccionador aparece más sereno que en Oslo, más punzante, sin necesidad de tomarse la presión, como si controlara la situación. Sáez parece tener una confianza ilimitada en los jugadores que ha elegido y analiza la situación del equipo con humildad y un punto de sorna para combatir la posible apariencia de nerviosismo. Habla de sus colaboradores y de sus muchachos sin reparar en que como sus antecesores se encuentra solo ante la crítica. La federación se limpió las manos ante cualquier conflicto cuando antes de partir a Portugal le renovó su contrato hasta el Mundial de Alemania 2006.

- ¿Por qué repitió alineación y sólo ha utilizado a 15 jugadores en los dos partidos disputados cuando había anunciado que haría rotaciones? "Yo avisé de lo que podía ocurrir, pero no dije lo que iba a hacer", argumentó. "Repetí alineación en atención al comportamiento que tuvo en el partido contra Rusia. ¿Un premio? Más que un premio, una garantía". Sáez desveló incluso que tenía pensado dar entrada a los mismos futbolistas que en el primer partido (Xabi Alonso, Valerón y Fernando Torres), pero la lesión de Etxeberria le obligó a recurrir a Joaquín y después no pudo sacar a Xabi Alonso. "No es que me falte flexibilidad sino que es un síntoma de previsión", contestó. "Antes de un encuentro hay que estudiar todas las posibilidades por si no pasa nada".

- ¿Qué pasó en el gol de Charisteas? Sáez relató la jugada con detalle y evitó señalar culpables al punto que se responsabilizó parcialmente de cuanto ocurrió. De sus palabras se deduce que después de sacar un córner en corto al segundo palo, el equipo no acertó a abortar la jugada desde el rechace del portero hasta el remate del ariete. Albelda, encargado de acudir al rechace, no evitó la salida de la pelota desde la banda, quizá porque no se atrevió a cometer falta por haber cargado ya con una tarjeta amarilla. Tampoco la intervención de Raúl Bravo, que envió la pelota fuera, resultó la más correcta porque se quedó dudando, convencido de que el árbitro le amonestaría por desplazar la pelota. Y, finalmente, el centro de Tsartas "sobrepasó a Helguera" y el control de Charisteas "fue fenomenal". Sáez resumió: "Mandamos al córner a los jugadores de costumbre. Quizá tuve que haber dejado a tres hombres en defensa, uno más que habitualmente, y facilitar el repliegue". Al equipo le faltó oficio y tensión para defender después de perder el balón.

- ¿No cree que a la selección le falta contundencia defensiva sobre todo en las acciones a balón parado? "Todos los equipos tienen problemas porque disponen de buenos lanzadores en las jugadas de estrategia y te complican la vida", abundó Sáez. "Al final, hace daño todo el mundo". El seleccionador no quiso profundizar más en las dificultades para defender las jugadas laterales ni tampoco en la facilidad con la que los jugadores de contención toman las tarjetas amarillas: Marchena está sancionado y Helguera, Baraja y Albelda cuentan una tarjeta amarilla.

- ¿Por qué cambió a Raúl? "Estábamos llegando a la portería rival y teníamos ocasiones. Faltando diez minutos, sin embargo, vi a gente cansada", relató Sáez. ¿Y por qué no quitó a un defensa para meter a un medio?, se le preguntó. "Los griegos eran peligrosos en ataque", respondió. "Para mi, el partido iba bien y por eso tomo esa decisión. En la segunda parte no tuvimos ningún contratiempo, salvo la jugada del gol, un error nuestro".

- ¿Por qué no utilizó a Xabi Alonso cuando por la disección de partido que hizo el día antes se le suponía una pieza vital? "Pensaba que, aparte de mover la pelota, era necesario contar con un equipo fuerte y poderoso durante el primer tiempo", razonó. "Nuestro plan siempre ha sido el mismo: trabajar muy fuerte un tiempo y después cambiar; primero se impone medir las fuerzas y después imponer la calidad". Sáez recordó que en la única ocasión en que recurrió a jugadores técnicos de salida, la apuesta le salió mal y se acusó al equipo de liviano: fue contra Ucrania y el medio centro era Guti.

- ¿Por qué la selección no creó peligro desde el córner (16) ni en las faltas (17)?. "Es un asunto que me preocupa, pero todo no se puede tener" se justificó. "En el banquillo está Xavi Hernández, que saca córners, tira las faltas laterales y frontales y los penaltis, y lo hace fenomenal. Y también está Xabi Alonso. Pero tienes que elegir. También Grecia prescindió al inicio de Tsartas".

- ¿Se arrepiente de algo? "No", aseguró. "Esta mañana tenía dudas, sobre todo por la jugada del córner que nos costó el gol. Ocurre que siempre jugamos para ganar, y si vamos 1-0 tenemos que ir a por el 2-0. La orden fue seguir atacando con 1-0 porque el equipo tenía consistencia y sabíamos que el 2-0 nos iba mucho mejor con vistas al encuentro ante Portugal. La duda es si había que meter en el córner a la misma de gente de siempre o uno menos".

- ¿Hará cambios contra Portugal? La lesión de Etxeberria y la sanción de Marchena obligarán a Sáez a modificar la alineación: "Aparte de las bajas tendré que plantearme el equipo que hago tomando además, como referencia, el partido que le ganamos recientemente a Portugal en Guimaraes, por 0-3".