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Reportaje:Eurocopa 2004 | España, en situación crítica

Raúl y Torres serán socios en Lisboa

El domingo, frente a Portugal, buena parte del destino de la selección española pesará sobre el madridista y el atlético

Santiago Segurola

Fernando Torres y Raúl sólo han coincidido en el campo para estrecharse la mano, darse el beso de rigor entre los futbolistas de ahora y tomar direcciones contrarias: Raúl hacia el banquillo y Torres hacia el campo. Los dos delanteros más notables del fútbol español no han jugado juntos un solo minuto de la Eurocopa, pero se da por seguro que serán titulares el domingo frente a Portugal, en el encuentro decisivo para la selección española.

No hay combinación más atractiva que Raúl y Torres en la delantera, aunque ya ha comenzado el debate sobre su capacidad para asociarse. Raúl es el segundo delantero por excelencia, un jugador que opera con una astucia extraordinaria por detrás del ariete. Pocos tienen su ojo para leer el juego en el terreno de minas que es el área. El ejemplo se vio en la jugada que precedió al gol de Morientes frente a Grecia. El desmarque, el amago de desborde y el taconazo a Morientes explicaron las cualidades de Raúl en un lugar donde a la mayoría de los delanteros se les altera el pulso. Puede que no esté en la plenitud de su carrera, pero su función es absolutamente necesaria en el equipo.

El rojiblanco tiene unas condiciones atléticas extraordinarias y progresa a toda máquina
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Torres es otro tipo de jugador, con unas condiciones atléticas extraordinarias, desconocidas entre los delanteros españoles. Y también es un estupendo futbolista que progresa a toda máquina. La última temporada ha sido interesante en su carrera. Comenzó como delantero puro y pareció incómodo. Nadie le encontraba en el Atlético. El ingreso de Nikolaidis en el equipo llevó a Torres a la segunda punta, y allí ha ofrecido su mejor rendimiento. Sin embargo, esa posición la ocupa Raúl en el equipo español.

La realidad es que Torres no encontró nunca en el Atlético la clase de pasadores que hay en la selección. Estaba Ibagaza en un sistema que ha primado el pelotazo de Lequi sobre cualquier otra cosa. Más incómodo que Torres parecía Ibagaza. La selección dispone de pasadores como Xabi Alonso, cuya sociedad con el joven delantero es menos lejana de lo que aparentan sus posiciones en el campo. En el reciente encuentro con Italia conectaron varias veces. Alonso entendió el valor de la velocidad de Torres, que también comprendió la precisión de los pases del centrocampista. Se produjo una conexión feliz que no ha sido aprovechada en la Eurocopa.

Por lo que se refiere a Raúl, poco importa que prefieran posiciones similares si pueden desarrollar características diferentes. Es cierto que no lograron mezclar bien en el partido frente a Noruega, en Valencia. No era fácil. Noruega se enrocó en su área con un batallón de defensas y no había espacio para nadie. Se interpretó como una prueba muy preocupante. En el partido de vuelta, Raúl ocupó la punta de delantera, con Valerón a su espalda y Xabi Alonso por detrás de ambos. Sin embargo, Raúl y Torres ofrecieron un aviso de sus grandes posibilidades en el amistoso con Dinamarca. Jugaron juntos en el segundo tiempo y allí manejaron aquello que les distingue: Torres aprovechó su tranco en tres o cuatro jugadas, algunas por los costados, y Raúl sacó su primera cualidad, la que nunca debería abandonar y a veces abandona por su interés en participar en la construcción del juego. Esa cualidad es su instinto en el área, su vieja dedicación al gol. De una espléndida acción entre Torres y Raúl surgió el primer tanto de España en el partido con Dinamarca. La sociedad era posible. En Lisboa tendrán que confirmarlo. Buena parte del destino de la selección española pesará sobre ellos el domingo.

Juanito y Torres, junto a Sáez, en el partidillo de ayer.
Juanito y Torres, junto a Sáez, en el partidillo de ayer.ULY MARTÍN

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