El índice de desarrollo humano valenciano pierde posiciones en los últimos 20 años
Un estudio del IVIE revela que sólo las mujeres de Aragón y Murcia están peor pagadas
El Índice de Desarrollo Humano (IDH), un indicador instituido por Naciones Unidas para estimar el progreso relativo de los pueblos, ha perdido posiciones en territorio valenciano entre 1981 y 2000 de acuerdo con las conclusiones de un estudio elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) para Bancaixa que se presentó ayer en Valencia. El IDH pondera la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, la educación o el producto interior bruto. Los valencianos ocupaban en 2000 el puesto once entre las 17 comunidades autónomas españolas.
El IVIE elabora para Bancaixa anualmente un informe sobre capital humano e inserción laboral de los jóvenes desde 1994, pero en la última edición ha dado "un salto adelante", en palabras de Carmen Herrero, portavoz de los responsables del informe, al incorporar variables que pretenden estimar la calidad de vida para comparar su evolución en cada una de las comunidades autónomas y provincias españolas. Las herramientas diseñadas por el IVIE ponderan el IDH, indicadores de pobreza relativa incluso un índice de diferencia de género para analizar la situación relativa de hombres y mujeres.
La Comunidad Valenciana ocupa últimas posiciones en varios índices. Las mujeres valencianas, por ejemplo, son las peor pagadas sólo por delante de Aragón y Murcia. Como resultado, el índice agregado que conjuga todos los valores revela que entre 1981 y 2000 Galicia ha superado a la Comunidad Valenciana en cuanto a desarrollo humano. También señala que la mejoría del IDH registrada en territorio valenciano es relativamente menor que en el resto de comunidades autónomas.
La calidad de vida de extremeños, andaluces o manchegos, que ocupan los últimos lugares, mejora de forma espectacular entre 1981 y 2000, entre otras razones porque había mucho más recorrido, como señalaron los autores del informe. Pero el crecimiento del IDH en Madrid, que ocupa el primer puestos, es relativamente mucho mayor que en la Comunidad Valenciana.
Gerardo Camps, consejero de Economía y presidente del IVIE, sabía lo que decía cuando aludió al aumento de población registrado en la Comunidad Valenciana entre 1981 y 2000, cinco puntos por encima de la media nacional, al inaugurar la jornada de presentación del informe junto a José Luis Olivas, presidente de Bancaixa.
Antonio Villar, coautor del informe, recordó que la población creció un 25% en la provincia de Alicante entre 1981 y 2000 y se redujo un 20% en Ourense en el mismo plazo, un factor que distorsiona las herramientas de análisis en detrimento de la evolución del conjunto del Arco Mediterráneo.
Tener, hacer, chicos y chicas
La presentación del informe del IVIE que estima por primera vez el Desarrollo Humano en las regiones de España estuvo precedido por un debate sobre la posibilidad de ponderar la calidad de vida.
Joaquín Roca, director del centro para la integración y formación de inmigrantes, incidió en la creciente importancia de la posibilidad de "hacer" sobre el mero "tener" a la hora de considerar el desarrollo de cada individuo. Y subrayó la importancia de la "inteligencia colectiva, el clima cooperativo, el fondo de acogida que se despliega en la ciudadanía" como fuente de valor.
María Luis Moltó, directora del instituto de estudios de la mujer, esbozó el modelo que elabora la Unión Europa para establecer un índice de diferencia de género que establezca la situación relativa de la mujer en toda Europa.
Salvador Peiró, de la escuela de estudios para la salud, presentó la diversidad de herramientas que utilizan los médicos para calibrar el bienestar de sus pacientes, una cuestión estrictamente subjetiva. Pero con datos en la mano aseguró: "Se paga muchísimo para salvar un año la vida a un condenado a morir y no se paga, muy poco, a cientos de miles de ciudadanos para mejorar sus circunstancias".
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