Cáritas y Oxfam plantean que el Fondo anteponga la lucha contra la pobreza a cualquier otro interés

Las ONG Cáritas e Intermón Oxfam aprovecharon ayer la presencia de Rato en Madrid para dar su visión sobre lo que han sido las seis décadas de existencia de las instituciones creadas por el acuerdo de Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las dos ONG concluyen que el papel que ha jugado el Fondo para los países en vías de desarrollo es bastante pobre.

"No hay nada que celebrar cuando, 60 años después de los acuerdos de Bretton Woods, la desigualdad, la pobreza y la desesperanza han aumentado en el mundo en desarrollo y siguen castigando a las mayorías pobres de nuestro planeta. No es momento de celebraciones. Hay que revisar a fondo el trabajo del FMI para transformar profundamente su papel en el desarrollo y la orientación de sus actividades", afirma Marta Arias, miembro del departamento de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam.

A partir de la experiencia acumulada sobre el terreno por las dos ONG, éstas constatan que desde que el FMI asumió un papel central para el mundo en desarrollo en los años ochenta, las condiciones de vida de las mayorías pobres y sus expectativas de vida se han deteriorado. "Lo sabemos porque trabajamos cada día con millones de personas para cambiar esta realidad y hemos comprobado cómo las políticas del FMI operan con demasiada frecuencia en sentido opuesto", afirma Jaime Atienza, del equipo de análisis y desarrollo de Cáritas.

El informe realizado por las dos organizaciones muestra que mientras en 1981 el número de latinoamericanos que vivía con dos dólares por día era de 99 millones, dicha cifra pasó a 128 millones en 2001. Asimismo, en el África subsahariana, región donde viven 673 millones de personas, el PIB (producto interior bruto) per cápita se ha contraído un 13% desde 1991, con el resultado de que el número de personas en situación de pobreza extrema ha pasado de 164 a 314 millones.

Desequilibrios

Países beneficiarios de la iniciativa de condonación parcial de deuda externa para los más altamente endeudados (iniciativa HIPC, según sus siglas en inglés) como Senegal, Zambia, Malí, Níger y Gambia siguen destinando más recursos al pago de la deuda que a educación, y hay otros 11 países que ni siquiera han empezado a recibir las medidas comprometidas de reducción de deuda que ofrece la iniciativa, que supuestamente termina a fin de año.

A pesar de todo, de los vaivenes y de los errores, ambas ONG coinciden en afirmar que el FMI sigue siendo una institución decisiva para el destino de millones de personas en los países más pobres. Sin embargo, su funcionamiento obedece a los intereses de los países ricos, constituyendo un ejemplo de desequilibrio de poder y falta de transparencia. Por ello, Cáritas e Intermón Oxfam plantean la necesidad de transformar la entidad para que anteponga la lucha contra la pobreza y el derecho al desarrollo.

"El reto de las instituciones de Bretton Woods es renovarse o morir", afirman las dos organizaciones en un documento conjunto; "el FMI sigue ignorando la realidad de los países y diseña sus políticas desde Washington o desde las suites de los grandes hoteles de las capitales pobres del mundo".