La oposición de izquierda gana en Portugal
La izquierda ganó las elecciones europeas en Portugal. El Partido Socialista logró el 44,5% de los votos (12 diputados), frente al 33,2% (9 escaños) de la coalición que une a la derecha portuguesa, formada por el liberal Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido Popular (PP), actualmente en el poder. Otros dos partidos de la izquierda lograron diputados para el Parlamento Europeo. El Partido Comunista tuvo el 9,2% de los votos y tendrá dos representantes en Estrasburgo, mientras el radical Bloco de Esquerda conquistó el 4,9% de los votos y su primer escaño europeo. La abstención fue de un 61,2%.
La victoria socialista era esperada, pero no de forma tan aplastante. Los sondeos de la última semana daban, como máximo, cinco puntos de ventaja al PS que, sin embargo, se traduciría en el mismo número de diputados para los socialistas y la coalición PSD-PP.
El Gobierno luso intentó ayer restar importancia a los resultados y rechazó hacer lecturas políticas. "Si el 60% de los portugueses no se molestan en ir a votar, no están interesados en castigar el Gobierno", afirmó Luís Queiró, del PP. El primer ministro, Durão Barroso, afirmó: "Quiero decir a los portugueses que comprendí el mensaje de exigencia que nos han enviado".
El PS -y toda la izquierda- insistieron en que la derrota de la derecha es un castigo a la política económica del Gobierno, centrada en cumplir a rajatabla la exigencia de Bruselas de mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB. Portugal está en recesión desde hace un año y medio, provocada en buena parte por una política de gran austeridad financiera.
Los portugueses están hartos de la crisis y tardan en ver la recuperación prometida por el Ejecutivo. Los analistas políticos señalan que el PP, hasta hace poco claramente antieuropeo y de cuya conversión nadie parece convencido, es también culpable de la derrota de la derecha.
