La Pupas

Mi amigo Ángel es un optimista, con todo lo malo que eso conlleva, y en un arrebato de locura que sólo un optimista tan radical como él puede tener ha comprado entradas para todos los partido de España en la Eurocopa. Sí, para todos, no sólo para los de la primera fase. Ha comprado entradas hasta la final. Y es que el muy insensato va diciendo por ahí que esta vez sí, que esta vez España va a ganar. ¿Pero tú te has vuelto loco, Ángel? Ya sé que hemos ganado a Rusia y que el primer partido es el más importante, que tenemos equipo de sobra, que las demás selecciones no están fuertes, que como el campeonato se disputa en Portugal las gradas estarán llenas de aficionados animando a nuestro equipo... ¿Y qué? Todo eso da igual. Como mucho, llegaremos una vez más a los cuartos y ahí se habrá acabado todo. Y lo peor es que la caída, como siempre, será terrible.

Ángel, asúmelo, aunque tú seas del Madrid, España es como el Atleti, La Pupas, porque no sólo pierde, sino que, además, lo hace de la forma más dolorosa posible. El que se inventó aquello de que "lo peor no es perder, sino la cara de tonto que se te queda", estaba pensando en nuestra selección o en el Atleti, estoy seguro, porque desde que nací llevo oyendo hablar a mi padre, entre otras muchas derrotas más que dolorosas, de la final de la Copa de Europa del Atlético contra el Bayern, de ese gol lejano, absurdo y extraño que significó el empate de los alemanes. ¿Pero no son casi idénticas, calamidades perfectamente colchoneras, los fallos de Cardeñosa y Julio Salinas, todas las tandas de penaltis perdidas, los balones que se les escaparon a Arconada y Zubizarreta, el penalti de Raúl, el arbitraje sufrido en el último Mundial, el codazo de Tassotti a Luis Enrique y tantas otras desgracias -porque todos estos fallos no son fallos, son desgracias- sufridas en los últimos 30 años por nuestra selección? Dime, Ángel, ¿qué otro equipo que no sea el Atleti puede empatar con Honduras, no con Brasil o con Francia, no, con Honduras, en el primer partido del Mundial que se celebra en su casa y en el que partía como uno de los favoritos? La respuesta es clara: España, La Pupas.

¿Qué nos tocará este año, qué cataclismo nos espera en los cuartos? No lo quiero ni pensar. Espero que, por la salud de tu corazón, al menos no sea volver a caer en la tanda de penaltis. Hazme caso porque te lo digo por tu bien, para que no sufras: desengáñate y asume cuanto antes que en la final no te podrás poner la gorra y la camiseta de España que te compraste el sábado en Faro. Nuestra selección, amigo, y lo siento de verdad, no estará allí. Como ya tienes las entradas y te sobra una, te acompañaré a todos los partidos, te ayudaré a superar nuestra derrota en los cuartos y veremos, por supuesto, a Italia o a Alemania en la final.

¿Cómo dices? ¿Que el Atleti, El Pupas, ha ganado nueve ligas y que no hace tanto ganó el doblete? Ya, Ángel, y también sé que España ganó la Eurocopa en el 64 y que en el 84 llegó a la final, pero ni con ésas me convences. Yo no soy como tú. Yo veo siempre el vaso medio vacío: yo soy del Atleti.

David Serrano ha dirigido la película Días de fútbol.