La Liga Europea de prostitutas pide que se regule el libre derecho a ejercer

Maria Pia Covre, presidenta de la Liga Europea por los Derechos de las Prostitutas, abrió ayer en Madrid una mesa redonda sobre la prostitución, en la que reclamó "el derecho de autodeterminación de quienes decidan" dedicarse a la venta de su cuerpo, como única solución para hacer "más llevaderas las condiciones de vida y de trabajo de las prostitutas". Como ejemplo citó a Holanda, donde el trabajo sexual es una forma de empleo.

"Las condiciones de trabajo de las prostitutas están tan diversificadas, hay necesidades tan diferentes, que la respuesta debe ser variada. No es un problema de leyes, de reglamentación, sino de derechos humanos. Por eso, la única posibilidad para solucionarlas es reconocer el derecho a la autodeterminación del trabajador sexual y el trabajo autónomo en sus diferentes opciones", aseguró Covre durante las Jornadas de Acción Humanitaria y Exclusión Social en los Países Desarrollados, organizadas por el defensor del Pueblo, Enrique Múgica, y la Universidad Miguel Hernández y que se clausuraron ayer en Madrid.

La presidenta de la Liga Europea por los Derechos de las Prostitutas sostuvo también que en varios países europeos "se habla de la necesidad de modificar las leyes sobre prostitución, pero algunos se inclinan por propuestas coherentes con el nuevo modelo de control social, que piden los partidos de la derecha en Europa". En su opinión, estas iniciativas, entre las que incluye la ley que estudia el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, denominada Calles Limpias, o la reciente iniciativa del Ayuntamiento de Madrid de perseguir a los clientes de las meretrices en el centro de la ciudad, sólo buscan sacar la prostitución de las ciudades, únicamente persiguen al cliente más pobre y no es más que "propaganda por la necesidad de aumentar la seguridad que piden los ciudadanos".

Víctimas de las mafias

Covre destacó también que la prostitución es "el paradigma de la sociedad globalizada", donde las mercancías tienen derecho a circular de forma más libre que las personas. "En Italia, aquí [en España] y en muchos países europeos, las prostitutas emigradas son la mayoría. Pero sólo existen en cuanto que son víctimas", añadió. En su opinión, "para librar de las mafias a los millares de mujeres jóvenes que quieren emigrar, aunque sea para realizar un trabajo social", hay que encontrar la manera de legalizar primero su condición de emigrantes, porque ella ha constatado que estas mujeres sólo ven reconocidos sus derechos cuando se las necesita para luchar contra las redes de tráfico. "La ley sólo te ayuda si eres víctima, reniegas de tu condición y te redimes", concluyó.

Tras Covre, participó en las jornadas la ex senadora del Partido Popular Cristina Klimowitz, quien durante la legislatura pasada presidió la Comisión de Investigación de la Prostitución en el Senado. Ella dibujó a grandes rasgos las características de la actividad sexual en España y manifestó que la prostitución ha sufrido durante el último lustro una "mutación". Junto al aumento de la demanda, se ha producido la entrada de inmigrantes -ya son un 70% de las prostitutas- y de las redes de tráfico como negocio a gran escala.

La ex senadora también expuso que la sociedad mantiene una actitud tolerante con la prostitución mientras no esté presente, si bien la callejera -"que es la minoritaria, sólo un 20% de toda la actividad"- provoca "malestar por el entorno de violencia y la degradación que conlleva". Klimowitz afirmó también que su "erradicación o no" debe considerarse a largo plazo y no puede ser "por decreto".