Temor a la subida de tipos

El Ibex 35 consigue su cuarta subida semanal consecutiva en un entorno marcado por el temor a una subida de los tipos de interés en Estados Unidos, que parece inminente. Para guardarse de reacciones imprevisibles, los inversores están limitando su actividad al mínimo en la Bolsa española.

Una vez superados los problemas derivados de la escalada del precio del petróleo, los inversores se encuentran con que deben hacer frente a sus consecuencias, esto es, a un ajuste al alza de los tipos de interés por el posible impacto alcista de los precios del petróleo sobre la inflación.

El discurso de Alan Greenspan en la jornada del pasado martes no parecía dejar lugar a dudas sobre los criterios que van a primar a la hora de tomar decisiones y que llevaron a pensar que los tipos de interés pueden subir más de lo estimado hace un par de semanas.

La reacción en la mayoría de los casos ha sido la de mantenerse al margen a la espera de la confirmación de esa subida del precio del dinero por parte de la Reserva Federal. Para algunos observadores este compás de espera es una especie de adaptación previa a una circunstancia nueva, como puede ser la primera subida de los tipos de interés en Estados Unidos en un año.

El Ibex 35 termina esta semana con una subida del 0,64% que consolida, aunque con algunos reparos, su permanencia por encima del nivel de los 8.000 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid también ganó el 0,64% y termina en 847,82.

Quienes piensan que el mercado se está adaptando bien al posible cambio de "escenario de tipos de interés" encontraron el pasado jueves un buen argumento con la subida de un cuarto de punto, hasta el 4,50%, llevada a cabo por el Banco de Inglaterra. Los mercados no reaccionaron ante una noticia que confirma una tendencia que se da por segura y de la que sólo queda calcular si está descontada, algo que sólo se sabrá tras conocerse, de producirse, el alcance de la subida.

Los acontecimientos internos de esta semana, como los relevos semestrales en el Ibex 35 o la subida de la inflación en mayo, sirvieron para atenuar el tedio de las últimas sesiones en el mercado español. La mayoría de los analistas erraron en sus pronósticos y ello provocó algunos movimientos de ajuste en las carteras que habían efectuado los cambios con anterioridad, pero sin provocar grandes altibajos.

En cuanto a la inflación, el 3,4% que alcanzó en mayo en tasa interanual empieza a ser un factor de preocupación para los analistas por cuanto supone de pérdida de competitividad de los productos españoles frente a las grandes potencias económicas de la eurozona.

Todo ello ha traído consigo unos volúmenes de contratación muy bajos -sólo en dos sesiones se han superado los 2.000 millones de euros y por muy poco- incluso contando con una actividad institucional relativamente alta.