'L'ou com balla' en la Casa de l'Ardiaca
En una sociedad cada vez más laica, las festividades religiosas se han quedado recluidas a su ámbito natural: los templos. Ayer era Corpus Christi, uno de los tres días que, en la catolicidad de antaño, relucían más que el sol. Ayer fue un día de radiante sol y luz en Barcelona, pero en las calles la jornada laboral nada hacía recordar que la Iglesia católica conmemoraba la institución de la Eucaristía, la fiesta del Cuerpo de Cristo. Fieles a la tradición asociada a esta fiesta, ayer en el claustro de la catedral de Barcelona, en la vecina Casa de l'Ardiaca y en el claustro de la iglesia de la Concepció bailó el huevo. L'ou com balla volvió a sorprender a curiosos, niños y turistas asombrados. De nuevo el chorrito de agua cumplió las leyes de la física, hizo que bailara ininterrumpidamente el huevo hueco e impidió durante toda la jornada que diera con su cáscara en el suelo rota en mil pedazos.