Los bálticos se estrenan con gran indiferencia
Las tres repúblicas bálticas acuden por primera vez a las urnas europeas entre la indiferencia de buena parte de su población, el desconocimiento generalizado de las instituciones de la Unión Europea y el interés de sus clases políticas por arañar un buen resultado nacional.
En el caso de Lituania, esto último es inevitable dado que las elecciones al Parlamento Europeo se celebran a la vez que las presidenciales tras la destitución el pasado abril de Rolandas Paksas, acusado de varios cargos de corrupción y de asociación con la mafia rusa. La coincidencia de ambos comicios elevará previsiblemente la participación, que rondará el 50%.
Un total de 12 partidos han presentado candidatos para ocupar alguno de los 13 escaños que le corresponden a Lituania en el Parlamento de Estrasburgo. De ellos, el más conocido es Vytautas Landsbergis, el afable profesor de piano convertido en héroe de la independencia de su país de la Unión Soviética en 1991, que es cabeza de lista del partido conservador Unión Patriótica. Landsbergis, que en los últimos años ha estado de observador en el Parlamento Europeo, declaró a EL PAÍS el pasado marzo: "La corrupción es un arma secreta del antiguo imperio soviético. El Partido Comunista ya no está, pero el KGB sigue en el poder". La relación con Rusia domina también el debate en las presidenciales, en las que parte como claro favorito el centrista independiente y ex presidente Valdas Adamkus, de 78 años.
En Letonia, donde se juegan nueve escaños europeos, la atención de la opinión pública está más centrada en la Eurocopa de fútbol que se celebra en Portugal -Letonia ha llegado por primera vez en su historia a una fase final- que en Bruselas.
En Estonia se prevé una participación baja (inferior al 30%) y se confirma una confusión alta sobre las funciones de sus futuros seis diputados europeos. La campaña ha servido de ensayo a los partidos para las elecciones locales de 2005 y en una fiesta para los políticos demagogos. Los gritos que más se han escuchado han sido contra el euro y contra una política fiscal común, y la candidata más popular, al margen de sus posibilidades de salir elegida, es la antigua modelo de Vogue Carmen Kass, de 25 años, que se presenta en las listas del partido gubernamental de centroderecha Respublika.
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