IU considera que las cámaras harán de Málaga el Gran Hermano del siglo XXI

En una supuesta sociedad policial, el Estado ha conseguido el control total sobre el individuo. No existe siquiera un resquicio para la intimidad personal. Todos están vigilados por el Gran Hermano. Este es el argumento de 1984, la novela de George Orwell con la que el portavoz municipal de Izquierda Unida (IU), Rafael Rodríguez, ha comparado el plan de video vigilancia creado por el Ayuntamiento de Málaga que prevé colocar 17 cámaras en las calles del centro histórico a principios del 2005. El portavoz considera que la medida es "incompatible" con el concepto de ciudad y libertad que en IU tienen de Málaga. "No concebimos una ciudad con vigilancia en todas las esquinas, en la que toda actividad quede grabada en cintas". Para Rodríguez los espacios públicos tienen que ser disfrutados con privacidad y espíritu ciudadano. "Por muchos controles que existan, obligados por la ley, lo cierto es que la actividad diaria está grabada, y el uso que se haga de ella se convierte en algo muy difícil de controlar". La experiencia en otros campos les hace recelar de un uso ilegal de las grabaciones "que atentaría contra derechos básicos como la intimidad, la propia imagen, el secreto de las comunicaciones, o incluso la libertad de circulación".

Cámaras en bares

Conciben, sin embargo, que haya espacios particulares en los que se pueda grabar. De hecho, varios bares y restaurantes de las calles del centro histórico controlan posibles hurtos en terrazas y espacios reducidos con cámaras. "No es lo mismo que los barridos genéricos en plena calle", explica Rodríguez.

La operatividad es otro de los aspectos que no les convence. Creen que quien vaya a delinquir utilizará métodos alternativos para sortear los efectos de la grabación o se irá a otra zona. Circunstancia que haría necesario colocar cámaras por todas la ciudad.

Consideran que la colocación de las cámaras no se justifica ya que según datos del Partido Popular los índices de inseguridad y el número de denuncias han bajado en la ciudad en los últimos tres años. "No es tan difícil de entender que no es excepcional que no haya cámaras, sino que las haya", asegura el portavoz que propone como alternativas una mayor presencia policial, en forma de agentes a pie, y una mejora en la iluminación de las zonas de paso. Medidas que considera más seguras, solidarias y respetuosas con la privacidad.

El plan de video vigilancia del Ayuntamiento de Málaga, cuya primera fase tiene un presupuesto de 300.000 euros, está pendiente de la aprobación del Tribunal Superior de Justicia Andaluz. IU pedirá a esta institución que no lo autorice "porque podría afectar a los derechos fundamentales y a las libertades de los ciudadanos".