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General Motors invertirá 2.400 millones en China para duplicar su producción

El fabricante automovilístico lanzará nuevos modelos para competir con Volkswagen

El primer fabricante automovilístico mundial, General Motors (GM), anunció ayer que invertirá 3.000 millones de dólares (2.450 millones de euros) en los próximos tres años en China para duplicar la capacidad de producción y lanzar nuevos modelos, en un intento de reducir distancias con su principal competidor, la alemana Volkswagen. "Dado que se trata del mercado automovilístico que más rápido crece en el mundo, el éxito en China es crucial para el éxito global de General Motors", dijo Phil Murtaugh, presidente ejecutivo de la filial en el país asiático.

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China se ha convertido en un verdadero campo de batalla en el que se agolpa toda la industria automovilística mundial. Nadie quiere perder posiciones, así que las empresas continúan aprobando inversiones. El mercado crece a fuertes ritmos (44% en el primer trimestre), y no responder a la demanda de los clientes significa dejarle a otro el lugar. Resultado: las multinacionales están lanzadas a una carrera, que ha llevado en los últimos ocho meses a General Motors, Ford, Volkswagen y Toyota a hacer públicos planes por un valor conjunto de unos 10.000 millones de dólares.

La inversión de GM está destinada a ampliar las instalaciones existentes y construir otras nuevas, entre ellas una fábrica de motores y otra de transmisiones, con objeto de incrementar el número de vehículos que produce localmente de los 530.000 previstos para este año a 1,3 millones en 2007. General Motors es la segunda mayor multinacional del motor en China, con una cuota de mercado del 19% a finales de 2003. Volkswagen tiene el 34%. El grupo alemán dijo el año pasado que también duplicará la capacidad, hasta 1,6 millones de unidades, en un lapso de tiempo similar.

Shanghai GM, que fabrica el Buick Regal, el Sail y el Excelle, a través de su empresa mixta con el grupo chino Shanghai Automotive Industry (SAIC), ya tenía previsto aumentar la producción hasta 450.000 vehículos, frente a los 200.000 actuales, para el año que viene. Será en esta ciudad, centro económico y financiero de China, donde montará varios modelos Cadillac, con componentes enviados desde EE UU, para responder a la demanda de coches de lujo.

Sociedades mixtas

La compañía pretende financiar las inversiones con los ingresos aportados por sus sociedades mixtas en China, donde en 2003 ganó 437 millones de dólares (357 millones de euros) netos, el 11,5% del total. GM ha invertido hasta ahora más de 1.600 millones de dólares (1.300 millones de euros) en el país. La presencia del grupo estadounidense en las carreteras chinas es claramente inferior a la de Volkswagen, cuyos vehículos acaparan las flotas de taxis en ciudades como Shanghai y son los preferidos por los nuevos empresarios.

GM dice no estar preocupado por esta diferencia, y asegura que su interés es aprovechar las oportunidades que ofrece el pujante sector. El grupo ha vendido 178.000 coches en los cuatro primeros meses del año, un 56% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que en Estados Unidos, la cifra sólo creció un 5% en el primer trimestre.

Si el ascenso de las ventas y los beneficios continúan al ritmo actual, alrededor del 25% de los 4.000 millones de dólares (3.267 millones de euros) que los analistas prevén que GM gane este año provendrán de China, que se convertirá en su segundo mejor cliente. Murtaugh cree, además, que, en dos años, el gigante asiático adelantará a Japón y pasará a ser el segundo mayor mercado del mundo tras Estados Unidos.

Además del lanzamiento de 20 modelos nuevos o actualizados en los próximos tres años, los planes del gigante de Detroit incluyen también la puesta en marcha de una empresa mixta de financiación, la primera de su tipo en el país. Los fabricantes consideran que la creación de compañías financieras animará a nuevos clientes de la creciente clase media a motorizarse. En China es corriente que el comprador pague al contado al adquirir coche.

El sector automovilístico chino ha experimentado un auténtico boom desde principios de 2002 por el aumento del nivel de vida de la población. El año pasado, las ventas subieron un 80%, hasta dos millones de unidades, aunque se prevé que este año se produzca cierta desaceleración del crecimiento. El anuncio de GM llega pocos días después de que el Gobierno dictase normas que impiden dar créditos a proyectos automovilísticos no autorizados. La industria del motor es una de las más fuertes en China, cuya economía ha crecido un 9,8% en el primer trimestre.

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