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Bruselas financiará el paso ferroviario de los Pirineos en ancho europeo

La Comunidad Valenciana, sin conexión, no se beneficiará del túnel

La Comisión Europea anunció ayer su respaldo a la petición de los gobiernos de España y Francia de financiar el proyecto de conexión ferroviaria en ancho europeo entre Figueres y Perpiñán. Se trata de un proyecto de vital importancia -especialmente para el transporte de mercancías- que permitirá llegar desde Madrid a Francia pasando por Zaragoza, Lleida, Tarragona y Barcelona, del que queda desconectada la Comunidad Valenciana, porque el tramo en ancho europeo entre Valencia y Tarragona no está garantizado.

El proyecto de conexión ferroviaria en ancho europeo entre Figueres y Perpiñán a través de los Pirineos, cuyo presupuesto estimado se eleva a 952 millones de euros, será financiado con fondos europeos hasta en un 20% (lo que podría suponer casi 200 millones de euros), si los gobiernos de los dos países se comprometen a ejecutar las obras de forma que no haya retrasos respecto de la fecha prevista para su conclusión, fijada en el año 2009.

La decisión, anunciada ayer por el portavoz de la comisaria europea de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, es consecuencia de la carta remitida la semana pasada por la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez, y su homólogo francés, Gilles de Robien, en la que los dos países pedían un aumento de la contribución de los presupuestos comunitarios para pagar el AVE Figueres-Perpiñán.

El proyecto de conexión ferroviaria entre Figueres y Perpiñán a través de un túnel bajo los Pirineos figura en la llamada "lista de inicio rápido", aprobada en la cumbre europea celebrada en Bruselas en diciembre del pasado año y que incluye una relación de 54 proyectos prioritarios de interés europeo cuya realización puede comenzar en un plazo de tres años y que se beneficiarán de una inversión de 62.000 millones de euros hasta 2010.

El proyecto supone un importante paso para la configuración de la red ferroviaria del eje mediterráneo, en especial en lo referente al transporte de mercancías. En cambio, tiene menos importancia para el tren de alta velocidad, al menos hasta el año 2020, pues hasta entonces Francia no tiene previsto que su TGV -el equivalente francés del AVE español- pase de la ciudad de Montpellier. El Gobierno de Francia está especialmente interesado en reducir el volumen de tráfico de camiones que lastra su sistema de comunicaciones por carretera y este proyecto abre la posibilidad de trasvasar al sistema ferroviario buena parte del importante volumen actual de transporte de mercancías por carretera y descongestionar así el siempre complicado paso fronterizo de La Jonquera.

Un interés que tendrá indudables repercusiones en España. La conexión en ancho europeo desde Madrid hasta Francia pasando por Zaragoza, Lleida, Tarragona y Barcelona que permite el proyecto de tren de alta velocidad que se construye en la actualidad abre nuevas perspectivas al transporte de mercancías en ese eje. Un eje del que quedará desconectado el tramo del arco mediterráneo que llega hasta Valencia y más al sur. Porque en el tramo de Valencia a Tarragona no está garantizado, al menos hasta el momento, el ancho de vía europeo, aunque el nuevo Gobierno socialista parece dispuesto a reconsiderarlo.

Si no es así, la Comunidad Valenciana no podrá aprovecharse de los indudables beneficios que supondrá el túnel ferroviario a través de los Pirineos que la CE está dispuesta a financiar, aunque la decisión final al respecto no corresponde al Ejecutivo comunitario, sino que participarán los Veinticinco a través de los correspondientes comités técnicos.

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