_
_
_
_
Reportaje:

Las materias priman

China es el mayor consumidor del mundo de cemento, carbón, acero, níquel y aluminio

China fue el año pasado el mayor consumidor del mundo de cemento (55% de la producción mundial), carbón (40%), acero y níquel (25%) y aluminio (14%). Es el resultado de los miles de proyectos en construcción que salpican el país y que han provocado una bulimia que ha contribuido al alza experimentada por las materias primas en los mercados internacionales. El fuerte aumento de la demanda china, sobre todo a partir del año pasado, se ha producido cuando las economías de Estados Unidos y Japón se están recuperando y las inversiones del gigante asiático en sectores como el siderúrgico y el propio cemento han sido puestas en la lista de espera para frenar el recalentamiento de su economía.

Más información
Pekín intenta enfriar una economía al rojo

China no es ya sólo fuente de exportación de artículos baratos, sino que se ha transformado también en un voraz consumidor de productos básicos, que está afectando a otros países. A pesar de que cuenta con cerca de 5.000 instalaciones cementeras, no da abasto para alimentar los miles de edificios, centros comerciales, aeropuertos, presas o autopistas en realización que salpican su geografía. "China se ha convertido en un importante jugador en la escena internacional. El precio de las materias primas ha subido tanto que, por ejemplo, Taiwan está teniendo muchas dificultades para comprar acero de construcción", explica Tai Hui, economista del banco de negocios Standard Chartered en Hong Kong.

Una de las consecuencias del aumento del consumo de materias se está produciendo en la balanza comercial. En abril, el déficit chino se amplió a 2.260 millones de dólares, frente a los 540 millones del mes anterior, debido a las mayores adquisiciones de estos productos y al precio del petróleo. Hasta el punto que algunos economistas prevén que el país sufra un ligero déficit comercial este año por este motivo.

Li Yushi, subdirector de la Academia China de Cooperación Económica y Comercio Internacional, considera que, dadas las cuantiosas reservas de divisas extranjeras, el déficit no es un gran problema a corto plazo, e incluso puede aliviar la presión internacional para que revalúe su moneda, el renminbi o yuan. Pero, a largo plazo, sería negativo para una economía que se basa en las exportaciones y la inversión.

"La subida de los precios de las materias primas está haciendo más difícil el negocio de muchas empresas locales, ya que está lastrando sus costes, mientras que los precios finales de los productos no pueden subir [e incluso están bajando en sectores como el automóvil o la telefonía] porque hay mucha competencia. La consecuencia es que sus márgenes se están viendo erosionados", dice Hui. El índice de precios a la producción ha subido un 5% en los cuatro primeros meses del año.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_