Bush afirma en París que sus tropas seguirán en Irak a petición del nuevo Gobierno interino

Las fuerzas de la Coalición internacional, esencialmente norteamericanas, se quedarán en Irak "a petición del Gobierno iraquí", aseguró ayer el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una conferencia de prensa celebrada en París con su homólogo francés, Jacques Chirac. Éste último reconoció que "franceses y norteamericanos están en la misma línea" respecto a la resolución de Naciones Unidas sobre la transferencia de soberanía a los iraquíes, aunque advirtió que falta precisar las "relaciones" entre la fuerza militar internacional y el Gobierno iraquí.

Bush dio por hecha la continuidad de las tropas en Irak después del 30 de junio, cuestión clave en las reservas que habían planteado Francia y Rusia, principalmente, respecto al nuevo proyecto de resolución presentado por EE UU y Reino Unido en la ONU para acompañar la transferencia de poder. Finalmente, el proyecto inicial de resolución fue modificado el viernes en Nueva York.

El presidente de EE UU informó en París de que se ha producido un "intercambio de cartas" entre la coalición y el Gobierno provisional de Bagdad acerca de la presencia de esas fuerzas después del día 30. "En el pasado ya hemos tenido este tipo de acuerdos de seguridad que reconocían la soberanía del gobierno anfitrión", continuó Bush. "El intercambio de cartas cumple este objetivo. El intercambio entre el primer ministro y la coalición fija los parámetros de la cooperación en Irak en términos de seguridad", añadió.

Bush no ofreció más detalles sobre el contenido de ese documento. Pero, Colin Powell, en el avión que le trajo ayer a París, procedente de Roma, habló extensamente de ello. El secretario de Estado norteamericano explicó que el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, había detallado las condiciones en las que las tropas de la coalición debían quedarse en su país tras la transferencia de soberanía: esa carta se adjuntará como anexo al proyecto de resolución presentado por Washington y Londres en la ONU.

"Cuando los franceses vean esto, pienso que se darán cuenta de que los iraquíes están contentos con nuestra presencia y satisfechos de ver que estamos dispuestos a participar en el proceso de coordinación y de consultas", comentó Powell, según los periodistas que volaban con él. "Si el nuevo Gobierno iraquí está satisfecho, me parece que esto debería satisfacer también a todos mis colegas del Consejo de Seguridad", añadió el secretario de Estado, que busca un apoyo general a la iniciativa para cauterizar las heridas producidas el año pasado por la amenaza de veto francés a la resolución que pretendía avalar la intervención.

Anoche se ignoraba si Chirac conoce ya el texto de la carta aludida o si responde o no a sus peticiones. En todo caso, y tras reconocer que las negociaciones van por buen camino, se mostró algo más precavido que Powell. Chirac dijo que faltan por arreglar los detalles de "las relaciones" entre el Gobierno iraquí y la fuerza internacional, aunque recalcó que las cuestiones "técnicas" no son tan importantes como la voluntad de que "no haya nada en la resolución que dé la impresión a los iraquíes de que no recuperan plenamente su soberanía".