El piano latino de Bebo Valdés y el jazz de Rebekka Bakken cierran Territorios
El pianista cubano Bebo Valdés, que está arrasando en los escenarios de todo el mundo desde que grabó Lágrimas negras junto al cantaor Diego El Cigala, clausurará esta noche el VII Festival Internacional de Música de los Pueblos Territorios Sevilla.
Bebo Valdés, de 85 años, subirá al escenario del Palenque junto a sus músicos Javier Colina, Efraín Porro y su hijo Rickard Valdés, quien se encarga de los timbales y la percusión. Para contrastar la explosión latina del pianista y compositor, el último de los conciertos de Territorios incluye a la cantante de jazz noruega Rebekka Bakken.
Bebo Valdés ha publicado este año dos nuevos discos: Bebo de Cuba y We could make such beautiful music together y tiene previsto grabar otro junto a El Cigala. "Diego ha grabado ya en Cuba, no se si será como preparación para este trabajo. Fernando Trueba es el que decide qué palos interpretaremos y luego me tocará a mí hacer los arreglos", comentó ayer el pianista, quien reside en Estocolmo (Suecia) desde hace 41 años. "Ya he dicho que cuando Lágrimas negras venda un millón más uno me compraré una casa en Sevilla. En España está cerca de los 300.000, pero se ha editado en muchos países. Antes me gustaba mucho el frío de Estocolmo, allí tengo a mi familia; pero a mis 85 años me hace un poco de daño y sería bueno pasar temporadas en Sevilla", asegura. Valdés, que comenzó a grabar en discos de pizarra en 1943, disfruta de su éxito a pesar de las tediosas promociones con las que tiene que cumplir. "El que quiere azul celestes, que le cueste", dice resignado.
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