Erre que erre

No creo que el PP haya aprendido lo que significaron las pasadas elecciones generales y autonómicas. Si antes estaba solo, con su mayoría absoluta en el Gobierno central además de sordo en la oposición andaluza, ahora más. La oposición la ejerce como si la sociedad no hubiera hablado. Sigue en su erre que erre. Si antes se pasó tres pueblos otorgando una medalla a Melitón, en contra de la opinión de toda la sociedad, ahora monta una carajera con la medalla al mérito militar del ministro de Defensa. Una condecoración concedida por el actual Gobierno -posiblemente con cierta premura- pero por unas razones bien distintas, como son las de traer a todos los soldados españoles como quería la sociedad: vivos. Lo mismo ocurre en Andalucía. Si todos los partido políticos -PSOE, IU y PA- que son los que representan el sentir mayoritario andaluz, dicen, (EL PAÍS Andalucía, 30 de mayo) que los Ayuntamientos no deben pedir indultos por delitos xenófobos, el secretario general del PP-A hace una loa del alcalde de El Ejido y que quien no se crea lo que ha hecho este alcalde por integrar a los inmigrantes, es del PSOE y mal intencionado. Nada. Siempre de espaldas y casi diciendo con su indulto que los que apalearon a estos magrebíes es que estarían integrándolos, y no se dejaban. En fin que lo mejor, por lo escuchado, es poner medallas a Melitón, mantener guerras inmorales y colocar de ponente de la Ley de Extranjería a Juan Enciso.

Es normal, pues, que, si éste es el aprendizaje de las pasadas elecciones y éstas son sus apuestas, las primeras encuestas que han surgido den el triunfo al PSOE en las elecciones del 13 de junio. Será, digo, porque la sociedad puede pensar que el Parlamento Europeo puede terminar condecorando a Melitón, y Enciso explicando el programa europeo de inmigración.

Claro que, a lo mejor, si al tal Enciso lo mandara Javier Arenas -si quiere y puede- a darse una vuelta, aceptaran que no se puede gobernar de espaldas a la sociedad, y dejaran atado y bien atado a su profesor en California, puede que las encuestas les fueran más favorables. No ya porque el voto del PP, como ha dicho también su secretario general para Andalucía, no se pronuncie, sino porque, con estos espartos, es muy difícil decir en voz alta y sin caerse la cara de vergüenza que queremos este cesto.