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Más de 150 países debaten en Bonn sobre las energías renovables

Ningún ministro español asiste a la conferencia internacional

Con los precios del petróleo por las nubes y el imaginario colectivo ocupado por los efectos del cambio climático, ayer se inauguró en Bonn una conferencia mundial sobre la necesidad de acelerar la sustitución de los contaminantes combustibles fósiles por limpias energías renovables, como la solar, la eólica o la geotérmica. No está previsto que los más de 150 países representados en la antigua capital alemana asuman compromisos vinculantes, pero sí se espera un impulso decisivo a estas tecnologías.

La conferencia Renovables 2004 deberá arrojar "medidas y compromisos muy concretos", aseguró ayer el ministro alemán de Medio Ambiente, Jürgen Trittin. El encuentro fue convocado por Alemania en 2002 cuando EE UU, Japón, Australia y los grandes productores de petróleo se opusieron en la Conferencia Mundial de Desarrollo Sostenible de Johanesburgo a fijar una meta vinculante para que las energías renovables lleguen a representar en 2010 el 15% de la energía consumida en el mundo.

Con su promesa, Trittin se refería a la prevista aprobación de un programa de acción internacional, una declaración política, y un catálogo de recomendaciones para acelerar el aprovechamiento de estas fuentes energéticas. Tampoco en esta ocasión, sin embargo, los documentos serán vinculantes. "Al ser una conferencia de participación voluntaria, no habrá mayores compromisos. De lo que se trata es de abrir los ojos al potencial de las energías renovables", explicó el premio Nobel alternativo y parlamentario socialdemócrata alemán Hermann Scheer. Alemania es uno de los líderes mundiales en este tipo de generación energética, y no sólo se beneficiaría, como todos los demás, por la consiguiente protección del clima y la reducción de la pobreza, sino que también podría exportar su tecnología (si ésta puede ser pagada por los países en desarrollo, según recordaron ayer varios representantes del Tercer Mundo). Semejante potencial empresarial, por otra parte, también lo tienen países como Japón, Dinamarca, Brasil y la misma España. Al igual que Berlín, Madrid desde hace años subsidia la generación eléctrica con fuentes de energía renovables.

Otros países -EE UU y Rusia, en primera línea- se mantienen alejados de este proceso, y sus Gobiernos nacionales sólo han enviado a Bonn delegaciones de segundo nivel.

Delegación española

Donde sorprende este bajo perfil es en el caso de España, cuya delegación está encabezada por Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general en el Ministerio de Medio Ambiente, y Javier García Breva, director general del IDAE, adscrito al Ministerio de Industria. Según portavoces gubernamentales, ello se debe a que la responsable de Medio Ambiente, Cristina Narbona, considera que el responsable máximo de este asunto es su homólogo de Industria, José Montilla. Éste, sin embargo, tendrá que asistir el jueves a un pleno en el Congreso. Ese mismo día en Bonn se reunirán ministros de Energía, Industria o Medio Ambiente de 80 países de todo el mundo.

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