Expulsado de un autobús público en Madrid un niño parapléjico
Cristian, un niño parapléjico de 13 años que padece espina bífida e hidrocefalia, su madre, Carmen, de 42, y su hermana, de 19, fueron expulsados del autobús que cubre el trayecto entre el municipio de Getafe (situado a 14 kilómetros al sur de la capital), donde residen, y la ciudad de Madrid el pasado 5 de mayo.
Al subir al autobús, de la empresa Autobuses Interurbanos del Sur S. A., Carmen colocó a su hijo tal y como le había explicado el inspector de transportes de su zona que debía hacerlo en un vehículo que no esté adaptado, como era el caso. Esto es, Cristian estaba sentado en la última fila, con su silla de ruedas plegada junto a él. Pero el conductor consideró que, de esa manera, la silla obstaculizaba la salida de viajeros por la puerta de atrás, según la explicación de la empresa, lo cual niega rotundamente Carmen. Se inició en ese momento una acalorada discusión, en la que finalmente intervino el propio inspector de zona. "Me dijo que podía viajar con mi hijo en ese autobús, pero el conductor me había dicho cosas muy desagradables y me daba miedo seguir el camino con él", asegura Carmen. La familia abandonó por fin el autobús y tomó, "sin ningún problema", el siguiente, añade.
La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Varcarce, calificó ayer lo ocurrido como "innecesario y brutal", por lo que anunció una revisión de la normativa para que no se vuelva a repetir. La normativa dice, según explican fuentes de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, que es el conductor, bajo su criterio, quien decide cómo y qué viajeros va a transportar para que no se ponga en peligro la seguridad de nadie.
"Yo no quiero que me den ninguna ayuda, sólo quiero poder esperar en la parada y coger el primer autobús que pase", se queja Carmen, que dedica las 24 horas del día al cuidado de Cristian, con el el que tiene que desplazarse varias veces a la semana al médico a la capital. Su marido, encuadernador de profesión, no puede "faltar al trabajo constantemente", afirma.
Situaciones injustas
La presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia, Juana María Sáez, explica que "no sólo hay que cambiar la normativa en los autobuses, la mayoría de los taxis, por ejemplo, nunca paran para recoger a estos niños. Estas familias se acostumbran a situaciones injustas por no estar discutiendo todo el día", señala Sáez.
El Consorcio de Transportes, que gestiona todo el transporte público en la Comunidad de Madrid, pidió un informe a la empresa, que reiteró que la silla de ruedas obstaculizaba la puerta trasera. El consorcio ha escrito una carta a la madre de Cristian remitiéndoles las explicaciones de la empresa y señalándole que están haciendo el mayor esfuerzo para que toda la flota de autobuses madrileños esté adaptada para minusválidos. Carmen aún no ha recibido esta carta.
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