El Gobierno deporta a dos radicales islámicos y estudia más expulsiones

Dos sospechosos de actividades radicales islamistas, indirectamente relacionados con la matanza del 11 de marzo en Madrid, han sido expulsados de España al considerar el Gobierno que representaban una amenaza "contra la seguridad nacional". Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron las expulsiones, aunque no quisieron revelar la identidad de los afectados ni la fecha exacta en que fueron expulsados, sólo que uno de ellos es de nacionalidad marroquí. Un funcionario consultado define a las dos personas afectadas por la decisión administrativa de expulsión de España como individuos "contra los que no había acusaciones de tipo penal", pero sobre los que sí existían sospechas consistentes.

El Gobierno ha adoptado la decisión en aplicación de la Ley de Extranjería y a petición de expertos policiales, que en diversos informes habían solicitado el empleo de esta vía legal, hasta ahora no utilizada en España, para combatir el terrorismo islamista. La Ley de Extranjería sólo ha sido utilizada en ese extremo contra los inmigrantes irregulares. Ahora, las autoridades policiales están estudiando expedientes de personas pertenecientes al entorno de los detenidos por el 11-M, que podrían concluir en otras expulsiones próximamente. Las deportaciones de radicales islámicos se vienen produciendo desde hace tiempo en Francia y Alemania.