Se disfruta siempre
El nuevo A6 evoluciona el estilo deportivo de Audi conservando sus señas de identidad. En el interior sucede igual, con un acabado impecable que crea un ambiente muy elegante. Pero hay que dedicar tiempo a conocer los mandos para disfrutar todo desde el principio (arranque sin llave, freno de mano eléctrico, sistemas de comunicación...).
Fuerza y suavidad en turbodiésel
El motor 3.0 V6 TDi de 225 CV es una de las primicias del A6 y sorprende por su suavidad y refinamiento: arranca al instante casi sin calentar, apenas se oye ni vibra y tiene una fuerza contundente que mueve el peso con brío. Impresiona su empuje desde el ralentí -hay que frenar bien en los semáforos para que no se mueva-, responde siempre con poderío y se estira desde 1.400 vueltas hasta más de 4.300 con una suavidad sobresaliente y sin el menor esfuerzo.
Combinado con el nuevo cambio automático secuencial Tiptronic de seis marchas -14 kilos más ligero que el anterior, de cinco-, ofrece una respuesta siempre impecable, ya sea en ciudad, carretera o autopista. Según se pise más o menos el acelerador, selecciona al instante la marcha apropiada. Y en el modo manual-secuencial cambia sin que se note y permite controlar el coche en conducción deportiva casi igual que con un manual convencional, incluso con el golpe de acelerador del doble embrague al reducir.
El resultado son unas prestaciones sobresalientes y un consumo bajo para su cilindrada, peso y prestaciones, aunque superior al de algunos competidores: puede gastar menos de nueve litros en conducción tranquila, entre 10 y 11 a ritmos rápidos y 12 en ciudad.
Pesa, pero no se nota
El tamaño y la tracción Quattro de serie hacen que el A6 3.0 TDi sea más pesado que otros rivales (unos 150 kilos más que el BMW 530d). Pero apenas se nota en la conducción y las prestaciones: se maneja con dos dedos y no cansa nada. Y circula con agilidad en todas partes, con un tacto suave y una rodadura fina y aplomada que entusiasman. La dirección aporta un buen ángulo de giro que facilita las maniobras en ciudad. En carretera y zonas viradas obedece al volante con precisión sin acusar las inercias, balancea muy poco y se pega al asfalto como una lapa para mantener las trazadas. Y en autopista absorbe todo con un aplomo que hace sentirse seguro a cualquier velocidad.
Pero lo mejor es que la tracción Quattro pasa inadvertida, aunque mejora la seguridad y actúa cuando hace falta. Además, responde siempre con cierto carácter deportivo, incluso con la suspensión de serie, que tiene un buen compromiso entre estabilidad y confort. Y cuenta con unas ayudas a la conducción (ABS, ESP...) y unos frenos que paran al instante.
El nuevo A6 tiene todo para ser una referencia en su tamaño, estética, calidad y tecnología, y permite viajar con confort y seguridad en un ambiente exquisito.
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