El Festival de Peñíscola crece y saca la comedia a la calle

Festival viene de fiesta y con esa premisa Borja Crespo, director por segundo año del certamen de Peñíscola, ha programado una intensa semana de actividades que convertirán la turística localidad castellonense en una fiesta del cine. Ésa es, al menos, la intención del periodista vizcaíno y su equipo que ultiman la cita que comienza hoy y se prolongará hasta el 4 de junio: que sea "un referente entre la multitud de festivales de cine que se celebran en todo el mundo por su carácter hedonista".

Así, la gala de inauguración estará presentada por la actriz Silvia Marsó y el cómico Eduardo Aldán, y en ella se otorgará el Premio Pepe Isbert a la actriz catalana Loles León. Será el arranque de esta 16ª edición, que se internacionaliza y aumenta el número de películas. Porque el casi centenar de filmes que se proyectarán tendrá su contrapunto en exposiciones, actuaciones de cómicos, magia, teatro en la calle, mesas redondas y hasta un taller de escritura e interpretación de monólogos.

Tras 15 años en que las proyecciones cinematográficas tenían lugar en una improvisada carpa junto al mar, el festival posee este año una sala en condiciones: el nuevo Palau de Congresos, con tres salas preparadas, la mayor, con capacidad para 800 espectadores. La nueva sede ha obligado a potenciar la oferta cinematográfica y la sección oficial de largometrajes cuenta con 11 filmes de ocho países, aunque sólo 10 competirán por el Premio Calabuch a la mejor comedia, que otorgará el jurado, presidido por el actor Álex Angulo. La otra sección de competición, la de cortometrajes, proyectará 13 obras, 10 de ellas españolas.

Como complemento, el festival brindará la oportunidad de descubrir el cine cómico mexicano, eclipsado por la figura de Cantinflas, a través del ciclo Locuras mexicanas. Se proponen títulos tan delirantes como El Chapulín Colorado va a Marte, Tres lancheros muy picudos o Jarry Putter. Junto a esta "joya del programa", como la define Crespo, el certamen retoma la senda iniciada en la edición anterior de repasar las comedias americanas contemporáneas con un ciclo dedicado a los años 90, donde se podrán ver American Pie o El diablo metió la mano. Los ciclos temáticos se completan con una panorámica de los trabajos de animación de humor y otros realizados con diversas técnicas.

En unión con las actividades callejeras, se han programado seis sesiones especiales en horario nocturno. Estarán dedicadas al terror y las risas o al fútbol en clave de humor. En la proyección de la cinta de culto The Rocky Horror Picture Show, de Jim Sharman, se intentará reproducir ese espíritu festivo que la acompaña desde hace más de 25 años, con espectadores disfrazados de los personajes del filme que cantan los temas musicales y lanzan confeti al patio de butacas, con la ayuda del grupo teatral Diferen3. Y todo ello gratis, pues Peñíscola se enorgullece de ser uno de los pocos festivales en el mundo en el que los espectadores no pagan.

Además, el certamen, que maneja un presupuesto de 343.000 euros, rendirá homenaje al actor Bud Spencer, coprotagonista de Le llamaban Trinidad y otros muchos spaghetti westerns, y al director Jaime Chávarri, que se convierte en el primer realizador en la historia del certamen que recibirá el Premio Calabuch de Honor a toda una carrera, reservado hasta esta edición a actores o actrices.