La fiscalía denuncia al ex presidente de Wall Street por cobros irregulares
La Fiscalía de Nueva York presentó ayer una denuncia civil contra el antiguo presidente de la Bolsa neoyorquina (NYSE), Richard Grasso, para conseguir que devuelva una parte sustancial del polémico paquete de compensación que recibió el pasado verano, valorado en 187,5 millones de dólares, y que desató una nueva crisis en Wall Street. El fiscal Eliot Spitzer considera que ese premio a los servicios prestados es "inapropiado e ilegal". En la batalla legal lanzada ayer también aparece el nombre de Kenneth Langone, responsable del comité de compensaciones.
El choque entre Spitzer y Grasso estaba asegurado desde hace días. El fiscal presentó una serie de pruebas y de argumentos para justificar la compleja acción legal que lanzó ayer, en la que pone especial énfasis en los fallos en el sistema de Gobierno y de control interno del NYSE durante su etapa al frente del consejo. La cuantía de la devolución no se ha fijado, aunque el Spitzer dijo que superará los 100 millones de dólares.
Activar las alarmas
A comienzos de enero, el nuevo consejo ejecutivo del NYSE, bajo la batuta de John Reed, pidió al superfiscal que investigara cómo se había decidido ese paquete de compensación con el que se premió a su anterior presidente por sus ocho años al frente del consejo. La controversia por este multimillonario desembolso volvió a activar las alarmas en Wall Street y Grasso se vio obligado a dimitir. Richard Grasso dijo estaba dispuesto a "luchar" para demostrar que no hizo nada irregular.
Los 187,5 millones en cuestión se suman al importante salario que Richard Grasso recibía tras 35 años de servicio en el NYSE. Grasso ya ha recibido 140 millones de ese paquete. "No estoy hablando de que trabajara gratis", dijo Spitzer, "pero debía tener un salario razonable". Además, puso en evidencia su pasividad a la hora de hacer frente al fraude de las firmas de especialistas financieros. El proceso legal abierto ayer debe determinar ahora el montante apropiado para compensar a Grasso. El problema será conseguir testigos que apoyen las pruebas del fiscal.
La denuncia de la fiscalía de Nueva York se apoya sobre cuatro acusaciones. Spitzer considera que "la Junta de Directores del NYSE fue engañada sobre varios aspectos del contrato de compensación de Grasso". Además, señala que "la fórmula era defectuosa y estaba bajo el control de Grasso".
La compensación, continúa, no era "razonable" y se destaca que Grasso jugó el "doble papel de regulador y empleado de NYSE", lo que presentaba "un conflicto de interés". Según las pruebas aportadas por Spitzer, varios miembros del consejo del NYSE aconsejaron en su día que no se realizara ese desembolso porque era ilegal y con el argumento de que Grasso era el regulador.
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