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Reportaje:

De 'Pulp fiction' a Hume

Más de 11.500 estudiantes de bachillerato aprenden filosofía con el cine como herramienta

Mar Padilla
"Todos los métodos son válidos para transmitir conceptos abstractos a los adolescentes"

"Los filósofos dan su visión del mundo o de la vida, y eso es lo que también hace Tarantino", explica Jacinto Choza, catedrático de Antropología Filosófica de la Universidad de Sevilla. Y es que, para Choza, cine y filosofía "son dos lenguajes diferentes y dos medios distintos para transmitir ideas parecidas". Por tanto, nada mejor que determinadas películas "para enseñar conceptos a gente que en algunos casos es reacia a aprenderlo", como muchos jóvenes, marcados desde su infancia por la cultura audiovisual. Choza es de los convencidos de que en el cine "vemos cosas que nos sirven para siempre", por lo que considera que su utilización en clase es más que recomendable para apoyar los sesudos temarios filosóficos.

"Hay que tener en cuenta que la filosofía es una asignatura conceptual y abstracta, por lo que todos los recursos para explicar esta materia a los adolescentes son bienvenidos", explica Carme Alfaro, profesosa del instituto Salvador i Pedrol, en Sant Joan D'Espí (Barcelona). "El docente debe hacer un poco el papel de Sócrates, y formularles preguntas, hacer que piensen, y determinadas películas son un buen método", agrega Alfaro.

Lo cierto es que los alumnos agradecen que esta asignatura pueda vivirse con una herramienta práctica y cotidiana como es el cine. "Como realmente se aprenden las cosas es practicando, pero en el caso de la filosofía, normalmente no se hace. Eso es una pena, porque es un tipo de conocimiento que afecta directamente a tu vida", reflexiona Federico Volpi, de 20 años. A Volpi, ex alumno de Carme Alfaro, la filosofía llegó a interesarle tanto que actualmente la estudia en la Universidad de Barcelona (UB). Federico Naranjo, de 30 años, fue uno de los primeros alumnos del instituto Salvador i Pedrol que empezó a estudiar filosofía con el método del cine. Naranjo subraya que lo aprendido en aquellas clases "ayuda a analizar las decisiones personales, porque es una asignatura que después la aplicas en la vida cotidiana, para pensar las cosas, y el cine es como un puente entre lo abstracto y la pura realidad".

Para Lorena González, estudiante de 17 años, el cine es un instrumento didáctico muy asequible, porque "ayuda a aclarar las dudas y visualizas lo que te explican". Además, concluye González, "las clases dejan de ser tan teóricas y pesadas".

Una escena de la película <i>La vida es bella,</i> protagonizada por Roberto Benigni.
Una escena de la película La vida es bella, protagonizada por Roberto Benigni.

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Sobre la firma

Mar Padilla
Periodista. Del barrio montañoso del Guinardó, de Barcelona. Estudios de Historia y Antropología. Muchos años trabajando en Médicos Sin Fronteras. Antes tuvo dos bandas de punk-rock y también fue dj. Autora del libro de no ficción 'Asalto al Banco Central’ (Libros del KO, 2023).

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