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La Guardia Civil ve "riesgo importante" en la celda de lindane junto al aeropuerto de Loiu

El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil ha concluido que no se han establecido medidas para "paliar el incremento de contaminación", tanto atmosférica como acústica, en el aeropuerto de Loiu, tras las obras de ampliación. Un informe pedido por un juzgado de Bilbao, que investiga un presunto delito ecológico en los trabajos del aeródromo la pasada década, destaca la ausencia de una evaluación de impacto ambiental y del "preceptivo trámite" de alegaciones. Ratifica además, en sintonía con un informe elaborado en 2000, que el depósito de lindane ubicado junto a la pista principal supone un "riesgo muy importante" y censura que el efecto de un accidente "no ha sido en absoluto valorado".

El estudio del Seprona, entregado el pasado día 14, forma parte de la primera investigación judicial abierta por el proyecto de ampliación del aeropuerto, iniciado en 1996 y culminado en su fase principal en noviembre de 2000. Las obras más significativas fueron el traslado de la termina del pasajeros y su sustitución por el nuevo edificio diseñado por Santiago Calatrava, a lo que se añadió una nueva torre de control y aparcamientos.

La querella criminal por delito ecológico fue presentada en marzo de 2003 por la asociación Lur Maitea, que denunció la ausencia de la declaración de impacto ambiental, el plan para ampliar las pistas junto al depósito de lindane y el grave peligro que éste supondría en caso de accidente de un avión, un riesgo que siempre ha sido negado por el Gobierno vasco.

Alcance "simbólico"

El informe del Seprona, que se ha centrado en el área donde se ubica el vertedero de lindane enterrado, valora que las medidas medioambientales adoptadas tuvieron un alcance "meramente simbólico", al sustituir la "obligatoria evaluación de impacto ambiental" por un "estudio interno que siguió criterios propios y en modo alguna cumplía los requisitos objetivos de la evaluación". Agrega que tanto la celda como la nueva terminal y la ampliación de pistas deben contemplarse como un proyecto global y que el estudio de impacto es el "vehículo para la seguridad medioambiental del proyecto". Admite que sus tesis coinciden con la Comisión Europea, que certificó la existencia de una "infracción consumada" por la falta de la declaración de impacto en la construcción de la celda de lindane. Sin embargo, la Unión Europea decidió archivar la denuncia porque es una cuestión que ya no puede resolverse.

Sobre el depósito, donde están enterradas 108.000 metros cúbicos de tierras contaminadas con residuos del pesticia, incide en el "incremento importante del riesgo" en caso de accidente y reitera que su ubicación no es "la adecuada desde el punto de vista de la seguridad y el procedimiento seguido para la construcción tampoco fue el correcto".

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