Fox: "Hay una ofensiva hacia la integración de América Latina"

La integración de América fue un empeño históricamente difícil, concebido ya por el libertador Simón Bolívar (1783-1830), pero la conjunción de voluntades de las cuatro principales economías latinoamericanas -México, Brasil, Chile y Argentina- la impulsan nuevamente. "Hay una ofensiva hacia la integración", destacó ayer el presidente mexicano, Vicente Fox, anfitrión de la III Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, que comienza el próximo día 28 en la ciudad de Guadalajara. Las relaciones con España "van viento en popa y son más sólidas que nunca", según el gobernante, que el día 26 recibe al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

"A pesar de que los latinoamericanos nos reconocemos como hermanos y tenemos culturas muy similares y raíces históricas muy similares, ha sido muy difícil la integración", admitió Fox al ser preguntado, en una reunión con corresponsales españoles, sobre las dificultades de América Latina para constituirse en un bloque capaz de negociar con la Unión Europa o EE UU. "Pero, sin embargo, puedo decir que me ha tocado vivir y constatar en estos últimos años que hay un renovado esfuerzo por encontrarnos, por trabajar juntos más".

Las cuatro economías más grandes de Latinoamérica decidieron, según explicó el presidente mexicano, "sesionar de manera permanente, buscando que, con el liderazgo de estas economías y estos países logremos esa mayor integración". El otro camino son los acuerdos comerciales: el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) "se está consolidando y también los esfuerzos centroamericanos y del Caribe de mercado común e integración. Y también los esfuerzos bilaterales que hacemos todos los días. Hay una ofensiva real hacia una mayor integración". "México", agregó, "tiene ahora más peso en la agenda internacional y novedades en esa participación".

Contra la corrupción

"Nuestro compromiso es contra la corrupción y la impunidad", declaró Fox respecto al enfrentamiento entre la Administración federal a sus órdenes y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía general), pidió su desafuero por desacato de una orden judicial y abuso de autoridad y se abrió una crisis en el diálogo político de inciertas consecuencias. "Tenemos como divisa el Estado de derecho y la legalidad. Es normal que en una democracia se trate de estos temas de forma muy abierta (...) es parte del proceso de la transición mexicana hacia un nuevo estadio político, hacia un nuevo México que dejan atrás las lacras de la corrupción y la impunidad".

El gobernante mexicano dijo que las discrepancias sobre Irak entre México, que rechazó una intervención militar sin el aval de la ONU, y España, no deterioraron las relaciones bilaterales. "No fueron afectadas en lo más mínimo, por el contrario siguen creciendo día con día. Hay más actividades culturales y académicas, más comercio en ambos sentidos. Eso sigue viento en popa".