La presidencia de la UE plantea por primera vez un reparto de poder favorable a España

El Gobierno español ya tiene en sus manos un documento oficial de la presidencia de la UE en el que, por vez primera, plantea un reparto de poder en la Unión favorable a las tesis españolas y alternativo al que figura en el proyecto constitucional. En este proyecto se dice que las decisiones en la UE serán válidas cuando sean apoyadas por una mayoría de Estados que representen al menos al 60% de la población europea. En el informe, Irlanda, que ahora preside el club europeo, reconoce que "no se logrará el consenso si no se eleva el porcentaje de población".

Elevar el peso de la población es precisamente el objetivo del Ejecutivo español.

Los ministros europeos de Exteriores debatirán el documento el próximo lunes en Bruselas y, también por vez primera desde que en marzo desbloquearon las negociaciones sobre la Constitución, abordarán el espinoso contencioso del reparto de poder. En estas semanas, ese aspecto tan sensible, que provocó el gran fracaso de la cumbre de diciembre pasado, ha sido tratado únicamente en los contactos bilaterales que el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, está manteniendo con sus homólogos.

De esas consultas se deriva, según el documento, que el consenso entre los Veinticinco sólo se logrará si se modifica al alza el porcentaje de población. El informe anima a los ministros a mantener "una discusión colectiva" al respecto y, aunque advierte que la presidencia no presentará aún una propuesta concreta, sí precisa cuáles son los principios básicos que han se ser tenidos en cuenta a la hora de encontrar una solución válida para todos. Son éstos:

- Doble mayoría. Es el principio consagrado en el proyecto constitucional (mayoría de Estados y de población), y en él "debe basarse" el arreglo final, según Irlanda. España y Polonia lo rechazaron en diciembre porque preferían el sistema de Niza, que les otorga un poder casi similar al de los cuatro grandes (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia). El nuevo Gobierno socialista español, en cambio, acepta ese principio de doble mayoría y Polonia admite que también negociará una fórmula sobre ese principio.

- Elevar el techo de población. Irlanda recuerda que "muchos" países apoyan la combinación, 50% (de Estados)-60% (de población) para tomar decisiones, pero que no habrá consenso final si no se eleva el segundo parámetro.

Es lo que exige España, cuyo nuevo Gobierno ha mencionado explícitamente que le interesa que ese porcentaje refleje una cifra equivalente a los "dos tercios" de la población, es decir, el 66,66%. De hecho, la combinación 50%-66,66% es la que da a España un poder similar al que le otorga el Tratado de Niza.

- Limitaciones. La presidencia irlandesa, sin embargo, advierte que algunos países (los pequeños) quieren que los porcentajes sean idénticos en ambos casos o que, al menos, la diferencia entre ambos sea "la menor posible". Por eso, Irlanda sostiene que, si aumenta la cifra de población, también debe aumentar la relativa a los Estados, y que, en todo caso, la diferencia entre ambos porcentajes no debe ser superior a la fijada en el proyecto constitucional (10 puntos de diferencia). De tal razonamiento se deduce que la combinación más probable, como numerosas fuentes europeas han coincidido en señalar estas semanas, es la de 55%-65%, una hipótesis que no acaba de satisfacer al Gobierno español.

- Escaños en la Eurocámara. El documento irlandés también anima a los ministros a discutir el futuro reparto de escaños en el Parlamento Europeo. España perdió en Niza 14 de los 64 escaños que tenía y el actual Gobierno quiere recuperar entre cuatro y siete más. Sin embargo, el informe de Irlanda elude esa cuestión y sólo admite que a los Estados más pequeños se les garantice un mínimo de cuatro escaños en la Eurocámara.