El mago travieso

Trilogía mágica es la suma de Botánica oculta, Historias secretas de balnearios y Bestiario fantástico, tres obras publicadas con decenios de diferencia pero cuya unidad, formal y de espíritu, se impone. Se trata -y aquí, leídas de corrido, se ve con claridad- de tres piezas pensadas para describir todo un mundo de ocultas realidades escondido tras las vidriosas facetas de la ficción. Perucho es, por encima de todo, un hombre culto y su dominio de la lengua y de la historia le permiten desnudar con pasmosa habilidad las incongruencias del universo material. Por eso resulta imposible escapar al hechizo de estos relatos. Basta sumergirse en las aguas de Archipenko o indagar en la vida del Calígrafo para comprender que la apuesta de Perucho es total: no hay recurso que la inteligencia y el humor no puedan germinar en esta selva donde cohabitan la memoria literaria y el deseo poético. La prosa de Perucho (ese reino de la elipsis elogiado por Harold Bloom, que la considera un modelo para la literatura del futuro) está abarrotada de versos propios y de ecos de la lírica clásica, demostrando que no hay fronteras para la creación y que si existe una ciencia-ficción cabal es ésta. No en vano Perucho es, como escribió Carlos Pujol, el mago travieso y repleto de saberes que él transfigura en una sonrisa inteligente.