La lista de espera para operaciones quirúrgicas se ha acortado dos días en los últimos cuatro meses

Nuevos datos sobre la carrera contrarreloj que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, disputa contra la lista de espera de operaciones quirúrgicas. El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, expuso ayer en el pleno de la Asamblea los últimos datos. A fecha de 30 de abril, el número de pacientes que aguardan turno para ser operados en la región asciende a 50.720. Hace cuatro meses, este número se elevaba a más de 58.000. Con respecto a los días de espera, el 30 de abril este baremo se situaba en los 55 días; el 30 de diciembre la cifra era de 57 días. Es decir, en cuatro meses, se han reducido dos días.

Pero la Consejería de Sanidad tendrá que aplicarse si quiere cumplir la promesa de Aguirre. Ésta aseguró que dimitiría si el 30 de noviembre de 2005 un madrileño debía esperar más de 30 días para ser intervenido quirúrgicamente. Si se extrapola el ritmo adquirido desde diciembre (dos días cada cuatro meses), en noviembre de 2005 sólo se habrán recortado 10 días, de modo que la espera será de 45. Lamela aseguró que la presidenta cumplirá su promesa y recordó que Sanidad se ha comprometido para conseguir el objetivo: 113 millones de euros en dos años.

La diputada de IU Caridad García Álvarez se confesó escéptica y advirtió al consejero de que "le han metido un marrón [un problema]". E incidió en la polémica de meses atrás, cuando Aguirre especificó que sólo se contarían los pacientes madrileños a la hora de cuantificar las listas de espera. A este respecto, la diputada de IU preguntó: "¿Se va a tener ahora en cuenta a los turistas sanitarios"? Por su parte, el diputado socialista Lucas Fernández aseguró que el propósito de Lamela de reducir la lista de espera es bueno, pero no así las medidas para ponerlo en marcha. Y preguntó: "¿Cree que es lógico sacar de la lista de espera a alguien que rechaza la clínica privada que usted le ofrece porque no se fía de ella?".

Intrusismo en el taxi

El diputado de IU Miguel Reneses acusó a la Consejería de Transportes de no proteger a los taxistas que operan en Barajas del "intrusismo" de ciertas empresas que trabajan allí sin licencia. Se trata, en general, de furgonetas que transportan a turistas desde el hotel al aeropuerto o viceversa. El consejero, Francisco Granados, replicó que el año pasado fueron inspeccionados más de 500 vehículos de esta clase en el aeropuerto. "Y hubo más de 200 expedientes sancionadores, bien por no tener licencia, o por contravenir la ley".

El diputado socialista Modesto Nolla acusó a la Consejería de Medio Ambiente de dejación de funciones al eximir al Ayuntamiento de declaración de impacto ambiental al proyecto municipal de soterramiento de la M-30 a su paso por el Manzanares.

El consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía, respondió que la M-30 "es ya una calle, desde que Fomento la traspasó al municipio, como ha asegurado el Consejo de Estado", y que por eso "no necesita ya declaración de impacto". IU le recriminó "un casi seguro trato de favor" hacia el Ayuntamiento de Madrid. "Y nos da igual de quién es la calle, como si es de El Tato", añadió el diputado Eduardo Cuenca. "Y lo que queríamos ver es si usted es consejero de Medio Ambiente o no. Y no: esta Comunidad no tiene quien defienda el medio ambiente".