Rabia y alegría en Valencia

"¡Mista selección, Mista selección!". Ese fue el grito que retumbó ayer en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, abarrotada por una cifra de aficionados del conjunto valenciano que superaba los 70.000, cuando los jugadores ofrecieron a su hinchada la Copa de la UEFA conquistada el miércoles en Gotemburgo ante el Marsella (2-0). Decenas de miles de seguidores apoyaron la reivindicación atizada por los compañeros de Mista, con su amigo Baraja a la cabeza, uno de los cinco del Valencia que sí están en la lista del seleccionador, Iñaki Sáez, para la Eurocopa de Portugal, junto a Cañizares, Marchena, Albelda y Vicente.

Y ante tanta muestra de solidaridad, el delantero de Caravaca de la Cruz, de 25 años, no pudo por menos que sonreír. Había pasado ya parte del cabreo. Por la mañaba se le vio muy afectado. Sin ganas de darle al palique. Caminó taciturno por el aeropuerto de Gotemburgo con su traje azul del Valencia y las zapatillas blancas. Unas grandes gafas oscuras le tapaban los ojos. Su silencio era muy elocuente: expresaba una rabia y una tristeza intensas por haber sido excluido de la lista de Sáez, en la que creía tener todo el derecho a estar. El Valencia ha encontrado en él al goleador que necesitaba para ganar el primer doblete de su historia: la Liga y la Copa de la UEFA. El delantero murciano ha marcado 25 goles entre las tres competiciones y ha sido designado el mejor jugador de la final de la Copa de la UEFA, cuyo premio en metálico, 10.000 euros, lo donará a las víctimas del 11-M. Pero no ha sido suficiente. Lo que provocó ayer la indignación valencianista en su regreso de Suecia como campeón.

"Ánimo, Mista", le lanzaban los aficionados al pasar a su lado. Y él tan sólo suspiraba: "No pasa nada", sentado en el asiento del avión, junto a sus padres, mientras clavaba la mirada en los periódicos españoles, cubiertos de alabanzas hacia él por su actuación la noche anterior en el estadio Ullevi.

Una noche agridulce para Mista. Tocó la gloria tras provocar el penalti del primer gol y marcar el segundo. La guinda a una temporada formidable. Pero ya en las duchas del estadio, un compañero se le acercó y le dijo: "Tranquilo, que ahora seguro que te va a llamar Sáez". A lo que él respondió: "No, qué va, ya sé que no me va a llamar". Lo suponía, pero mantuvo la esperanza hasta el último instante. Que fue ayer por la mañana, en el autobús que llevaba al equipo desde el hotel de concentración hasta el aeropuerto. Le llegó un mensaje a través del teléfono móvil que confirmaba su ausencia de la lista definitiva dada poco antes por Iñaki Sáez, el seleccionador, en Madrid.

Pero no sólo Mista estaba ayer decepcionado en Suecia por su exclusión en la convocatoria de Portugal. El lateral derecho Curro Torres también había abrigado esperanzas después de una magnífica segundo vuelta. Su puesto lo ocupa Gabri como suplente de Michel Salgado.

El arranque del próximo curso será frenético para el Valencia. Tiene ya contratados dos partidos de pretemporada en Japón y otros dos en Inglaterra. Además, a mediados de agosto se enfrentará al campeón de la Copa del Rey, el Zaragoza, en la final de la Supercopa española; y el 27 de agosto disputará la final de la Supercopa europea en Mónaco entre el campeón de la UEFA y el de la Liga de Campeones, cuya final la juegan el Mónaco y el Oporto la próxima semana.